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El próspero crecimiento del comercio con el país caribeño no sólo beneficia a firmas privadas, sino también a cooperativas de granos, lácteas e industriales. El sector tiene la tarea de sacar al país del atolladero en el que se encuentra.
La victoria por ajustado margen del candidato oficialista y actual presidente interino de Venezuela, Nicolás Maduro, en los comicios celebrados el domingo en ese país, importará un significativo alivio a las empresas privadas argentinas -entre ellas muchas cordobesas- que lograron acuerdos de negocios con el nuevo socio del Mercosur.
Desde automóviles hasta aceite de soja, son varios los productos de la industria cordobesa y regional que viajan diariamente con destino al Caribe, de la mano de la fuerte multiplicación de negocios que ocurrió en los últimos diez años entre los dos países. Efectivamente, durante la década kirchnerista el comercio bilateral creció 2.000 por ciento y se expande actualmente a un ritmo de entre 20 y 50 por ciento por año.
Por supuesto, la victoria de Maduro confirma las líneas de política económica desplegadas hasta el momento por Venezuela y, con ellas, la política de apertura comercial externa hacia la Argentina, país que en el último año exportó nada menos que 2.300 millones de dólares a tierras bolivarianas.
Pero existe otro sector con una incipiente participación en los negocios con Venezuela que es el integrado por cooperativas, en particular de producción y trabajo, que celebra hoy en voz baja la continuidad del PSUV en el poder venezolano. Desde tractores hasta granos, pasando por una gran diversidad de lácteos, son incontables los productos del cooperativismo argentino que terminan en las mesas caribeñas, en supermercados o en los campos de aquel país.
Fue precisamente el partido oficial chavista el que impulsó la inclusión de cinco artículos en la Constitución venezolana, que impulsan la promoción y la protección de las formas cooperativas y mutuales de producción y consumo. El chavismo tomó un país en 1999 con menos de mil entidades de este tipo y logró multiplicarlas por cien en poco más de 12 años: hoy se calcula que existen en Venezuela unas 100.000 cooperativas activas, en lo que es el mayor crecimiento mundial de organizaciones de este tipo en poco más de una década.
Desde fines de 2001, una agresiva campaña de promoción del cooperativismo acompañada con políticas públicas de apoyo a las entidades nacientes permitió, no sólo multiplicar la inserción de la economía social en el país, sino que además logró bajar los índices de desempleo y acercar a una gran cantidad de personas -hasta ese momento excluidas del mercado de trabajo- a empleos con relativa estabilidad y calidad.
Muchos fueron los errores cometidos en estos años y así como Venezuela fue el país con mayor crecimiento de cooperativas en el planeta, también fue la región con mayor número de muertes de flamantes organizaciones. Cifras del Plan de Actualización, que desarrolla la Superintendencia Nacional de Cooperativas, indican que al cierre de 2012 había más de 200.000 cooperativas registradas con nula actividad productiva. El impulso de planes sociales de empleo y alimentación por medio de cooperativas permitió crear 300 mil organizaciones (con un mínimo de cinco integrantes), 67 por ciento de las cuales sucumbió en menos de tres años, ya sea porque no era genuina la voluntad de formación por parte de sus socios (una vez cobrados los subsidios muchas se disolvieron), por su conversión en empresas privadas o por debilidades de la gestión.
Lo que sí es genuino es la voluntad del socialismo en el poder de seguir impulsado, no sólo el cooperativismo dentro de sus fronteras, sino también más allá de ellas. Basta recordar el salvataje de la láctea SanCor que facilitó el extinto Hugo Chávez cuando la cooperativa de productores tamberos casi sucumbe en la quiebra hace unos años, al punto que el actual titular del grupo Oscar Carreras admite que aquel gesto “salvó la vida” a SanCor y fue el hecho más significativo de la empresa en la última década.
Hoy, SanCor exporta 50 mil toneladas anuales de leche en polvo a Venezuela y con ella, muchas cooperativas hacen otro negocios. Y, hacia adentro del país, crece la expectativa por el desarrollo cooperativo: el propio presidente Maduro ha anticipado que los principales instrumentos que impulsarán en 2013 el desarrollo del país y la salida de una complicada coyuntura económica son la creación de “más y mejores cooperativas” y “más y mejores empresas estatales”.
