Un informe de la Cepal reveló que los costos del servicio en la región son muy superiores a los de los países miembros de la OCDE. A pesar del crecimiento, esto frena la expansión. Argentina tiene una de las velocidades más altas de zona.
La banda ancha en América Latina y el Caribe es 50 veces más cara que en los países desarrollados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Como promedio en esta región, en el pasado mes de marzo el valor del servicio de banda ancha fija, en paridad de poder adquisitivo, fue de 72,8 dólares el megabyte por segundo (mbps), frente a 5,9 dólares en los países que integran la OCDE, que son 34.
Particularmente, en Argentina el promedio del precio final del servicio de Internet se ubica en 25 dólares. El país cuenta con el beneficio por ser el lugar donde los operadores prueban la oferta de altas velocidades para luego expandirlas en la región, como el acceso a 10 megas.
“Las comparaciones que realizamos tienen dos componentes: el precio del servicio y el poder adquisitivo del país. La variable del poder adquisitivo es bastante importante en la comparación, por eso las diferencias son grandes”, explicó el director del Observatorio Regional de Banda Ancha (ORBA), Fernando Rojas.
Así, en un extremo de la lista se ubica Bolivia, donde la tarifa fue de 300 dólares por mbps, y en el otro, Panamá, donde se cobra a los usuarios 17,7 dólares por mbps. En cuanto a la velocidad del servicio, durante el último año, en América del Sur se incrementó 53 por ciento la velocidad efectiva tanto de subida como de bajada con la que se accede a la banda ancha de Internet.
En ambos casos sobresale Chile, donde la velocidad de subida en abril alcanzó 1.767 mbps, 39 por ciento más rápido que en igual mes de 2010, y la de bajada 6.413 mbps. La cifra más baja corresponde a Bolivia, con una velocidad de subida de 210 mbps y de 428 mbps de bajada.
Más suscriptores de banda ancha
En tanto, el porcentaje de suscriptores de banda ancha móvil respecto al total de la población de América Latina y el Caribe pasó de 0,2 por ciento en 2005 a 4,7 por ciento en 2009, mientras que en los países de la OCDE la proporción se elevó de 5 por ciento a 49 por ciento en el mismo período.
“En términos generales, ha habido mejoras en la región si miramos solamente los datos absolutos. Hubo crecimiento en la penetración, mejoras en la velocidades (…) pero los países más desarrollados están avanzando más rápido, por lo que la brecha en la banda ancha sigue incrementándose”, advirtió Rojas.
Todas las cifras proceden del ORBA, inaugurado en Santiago de Chile durante la tercera reunión del Diálogo Regional sobre los costos de enlaces internacionales y su influencia en los precios de la banda ancha. “El ORBAo será una importante fuente de información para el diseño y seguimiento de políticas públicas orientadas a la universalización de la banda ancha”, señaló la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena. A su juicio, la banda ancha “puede convertirse en un eje básico de la integración regional”, especialmente en el ámbito de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que agrupa a doce países.
Entre los objetivos del Observatorio están propiciar el intercambio de las políticas públicas que cada país aplica para promover el servicio de banda ancha y proveer a los gobiernos de información “relevante y oportuna” que propicie la masificación de la banda ancha en la región, destacó Rojas.