domingo 17, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Fórmula 1: inventos bajo secreto

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Por Sergio Castelli* y M. Constanza Leiva**

Hace apenas unas semanas dio comienzo la temporada de Fórmula 1. Para aquellos que nunca se han detenido en este deporte, es importante destacar la importancia que tiene la innovación tecnológica; de hecho, resulta muy difícil pensar en otro deporte en el que ocurra un mayor desarrollo de actividad inventiva e innovación tecnológica. De hecho, la victoria en el campeonato no depende únicamente de las capacidades del piloto sino que tiene un papel preponderante el coche del que disponga. Habilidades de manejo e ingeniería forman las dos caras de una moneda inseparable, que dependen una de la otra para lograr el campeonato mundial cada año. 

La cantidad de dinero invertido y las renombradas marcas que patrocinan constantemente este deporte, nos hace suponer que este deporte es uno de los más caros que se mantienen vigentes en la actualidad. 

Por ello, sería de suponer que, siendo la Fórmula 1 un campo fértil para el surgimiento de innovaciones, sea también una fuente constante de patentes, toda vez que es ésta la mejor forma de obtener la exclusividad sobre la invención novedosa generada. Sin embargo, aunque indudablemente se producen continuamente mejoras tecnológicas, no resulta habitual que éstas sean protegidas mediante derechos de patente. El principal motivo es que, si un equipo protegiera mediante patente una de sus innovaciones, esto impediría el acceso a la invención a los demás competidores y éstos, de inmediato, solicitarían la exclusión de la tecnología autorizada a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) -órgano rector del automovilismo deportivo-, que excluiría dicha tecnología de su lista de estándares y homologaciones permitidas para el deporte. Por ello, la patente no suele ser el remedio elegido sino que los inventores se inclinan por las bondades del secreto industrial.

El secreto industrial es un concepto de variadas concepciones, según la territorialidad de su regulación, pero en nuestro país, Ricardo Luis Lorenzetti lo ha definido como aquellas técnicas o procedimientos industriales, descubiertos o creados por una empresa, de su exclusivo conocimiento, que no llegan, sin embargo, a tener entidad suficiente para ser tutelados mediante una patente de invención, modelo o diseño, pero que permiten a dicha empresa lograr determinada calidad, menores costos o imprimir a sus productos características especiales.

Es decir que, ante la imposibilidad o inconveniencia de solicitar la protección a través de los diversos formatos previstos por el régimen de propiedad intelectual, existe la posibilidad de echar mano de este instituto, el secreto industrial, que principalmente, permite la posibilidad de prever sanciones para la divulgación de la información bajo secreto. 

A pesar de lo mencionado anteriormente, en ocasiones sí se ha patentado tecnología originada en la Fórmula 1, cuando se ha considerado que podría ser utilizada en el ámbito de los vehículos comerciales o incluso en otros ámbitos de la ciencia. Un caso reconocido fue el de la utilización de un inertizador de fluidos en los amortiguadores, consistente fundamentalmente en la utilización de mercurio, inventada por el equipo de Fórmula 1 Lotus y protegida mediante patente en el año 2011.

Otra invención que surgió en la Fórmula 1 y que se patentó por su posible utilización en vehículos comerciales fue el sistema denominado KERS (siglas de Kinetic Energy Recovery System). Este sistema fue inventado por el equipo Williams de Fórmula 1.Muy simplificadamente, lo que hace es recuperar la energía cinética que normalmente se pierde durante el frenado, almacenándola y recuperándola posteriormente para aumentar la potencia y reducir el consumo de combustible. una forma evolucionada del KERS es el I- Eloop desarrollado por Mazda y también patentado. Es un sistema de freno regenerativo cuya novedad es la utilización de un condensador para acumular temporalmente la electricidad que se genera durante la frenada, invención protegida mediante la patente JP2008049868.

Además, en los últimos años, en Fórmula 1, la telemetría, es decir, la medición a distancia de gran número de parámetros tanto del piloto como del vehículo, está cobrando un gran protagonismo. El equipo McLaren está inmerso en un proyecto para tratar de aplicar toda esa tecnología al mundo de la salud, especialmente en la creación de simuladores que mejoren la formación de los cirujanos en la universidad.

La Fórmula 1 también  ha sido escenario del desarrollo de nuevos materiales, que no sólo se emplean en los vehículos comerciales sino que avanzan a otros rubros. Hace unos años, por ejemplo, la empresa británica “Advanced Healthcare Technology” desarrolló una incubadora fabricada con el tipo de fibra de carbono que se utiliza en los cascos de Fórmula 1. El peso se reduce en 90% y ello permite su transporte en helicóptero. La incubadora se denomina “Babypod” y está protegida mediante patente.

*Agente de la propiedad industrial ** Abogada

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