Por Matías Altamira *
Facebook está pasando por otra tormenta más, de las muy variadas que tuvo en su corta y exitosa existencia; ahora el eje está puesto en si debe o no ser regulada.
Greg IP, jefe de Comentarios Económicos del diario Wall Street Journal, realiza un análisis que merece su comentario, al destacar que el deslumbrante crecimiento de esta empresa fue estimulado por un experimento que sostenía que una política laxa, flexible potenciaría la innovación, lo que redundaría en consumidores más saludables y felices. Ya que las empresas que maltrataran a sus clientes sucumbirían frente a sus competidores (suponiendo que éstos sí los trataran bien) o serían penalizados por las reglas vigentes, aplicables al comercio tradicional.
Este experimento permitió que Facebook se convirtiera en un monopolio desregulado, sin ningún incentivo económico para cambiar sus procesos comerciales. Su negocio es vender la atención de sus usuarios a agencias de publicidad, y, para lograr este objetivo, necesariamente tiene que ir corriendo el alambrado de la privacidad constantemente, mientras la escasa competencia sólo se activa si se excede sustancialmente llamando la atención de la prensa y grupos de usuarios, en cuyo caso vuelve el alambrado unos pasos atrás, pero no todos los pasos dados.
Facebook tuvo serios problemas con el tratamiento de la privacidad de sus usuarios en los años 2007, 2009 y 2011, por compartir información sobre la actividad de sus usuarios, vía su servicio “Beacon”; al cambiar los términos y condiciones de uso, exigiendo que le permitieran utilizar cualquier información que subieran a la red social para cualquier propósito; y finalmente -en 2011- con la Comisión de Comercio de Estados Unidos, acordando que no compartiría la información personal de sus usuarios.
Ninguno de esos problemas impactó sustancialmente en su crecimiento mundial, en su reputación ni en su valuación accionaria. Investigadores sostienen que es porque los servicios y productos ofrecidos a cambio de sus datos personales superan los inconvenientes y preocupaciones por su privacidad. Tan es así que mientras más información le brinde a Facebook, más precisos y útiles serán las publicidades y productos exhibidos.
Greg IP compara los casos de Facebook y Equifax, que es un bureau de crédito, (en Argentina dueña de Veraz), concluyendo que la última maneja información comercial y financiera que es muy sensible para las personas, lo que no caracteriza la información social de Facebook; que el mercado de información crediticia está muy reglamentado (tanto en Estados Unidos como en Argentina), mientras que las redes sociales no lo están; y, finalmente, que son variados y fuertes los competidores de Equifax en los ámbitos nacional e internacional, mientras que todo lo contrario ocurre en el caso de Facebook.
El punto fuerte de Facebook para argumentar que no es un monopolio es que sus muy diversos servicios son gratuitos, si se entiende por gratuidad la falta de un valor en pesos, no así si se cuantificara el costo de ceder la privacidad.