Entrevista a Patricio Griffin, titular del organismo que regula las cooperativas y mutuales del país.
Javier De Pascuale / [email protected]
El receso del 9 de Julio lo sorprende en plena labor. “Estoy terminando unos trabajos vinculados con algunas urgencias del movimiento cooperativo”, ensaya a modo de disculpa Patricio Griffin ante la requisitoria periodística que -en fiesta patria- se excusa por molestarlo en la tranquilidad de su hogar. Es que no le falta trabajo al titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes): conduce un organismo que tiene el “poder de policía” sobre más de 15.000 organizaciones sociales libres que manejan nada menos que el diez por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina. Sorprendido en su propia sinceridad, no quiere sin embargo mencionar cuáles son hoy las “urgencias” que afectan al sector; más bien prefiere destacar su importancia. Así comienza el diálogo que sostuvimos ayer con el máximo responsable nacional del desarrollo cooperativo argentino, a pocas horas de conmemorarse el Día Internacional del Cooperativismo, que fue este sábado que pasó.
-¿Hay problemas que enfrenta el movimiento cooperativo en algunos lugares?
-Bien, como un conjunto vasto de organizaciones que reúne a 4,5 millones de familias, siempre hay algún problema. El movimiento cooperativo ha tenido etapas muy duras, vinculadas con épocas antidemocráticas del país. Vivimos momentos muy duros bajo los golpes de Estado, que siempre han promovido formas de concentración económica que son contradictorias con la forma cooperativa de producción, aunque no es el caso hoy en día.
-Precisamente, hemos visto que las cooperativas han crecido mucho en los últimos años. ¿Esto fue por la propia construcción social o por medidas de Gobierno?
-Hay una frase clásica que dice que la cooperativa es hija de la crisis. A partir de la crisis de 2001 y de la decisión de la sociedad de salir de esta crisis a partir de aquellos años y de 2003, junto con políticas públicas de apoyo al cooperativismo de trabajo así como el apoyo importante al cooperativismo agrícola por medio de distintas formas de fortalecimiento de cadenas de productores, creo que hubo efectivamente muchas cosas que se han venido haciendo para mejorar la situación del movimiento cooperativo.
-¿En el Año Internacional de las Cooperativas se busca lograr mayor presencia en las políticas públicas y en los medios de comunicación?
-Hay un proceso que sigue desde el 7 de julio de 2006, cuando se selló el Consenso de Sunchales. Y ahí se planteó y se firmó por todos los organismos representativos del movimiento cooperativo y mutual un consenso que es una suerte de contraconsenso de Washington. Ahí se postula un compromiso de trabajo en común, tanto del Estado como del movimiento social, que permita proponerle a la sociedad una nueva manera de articular Estado y organizaciones libres del pueblo, para participar mucho más en la agenda pública.
-¿En esa línea ahora se creó una red de parlamentarios cooperativistas?
-Efectivamente. Fue hace un mes, tuve el honor de ser invitado a su constitución. Participan ahora mismo seis senadores y seis diputados se integran en la Red Latinoamericana de parlamentarios cooperativos.
-¿En Córdoba también?
-Sí, claro. Córdoba es una provincia con una muy importante presencia del cooperativismo de trabajo, además de la producción y los servicios públicos, por supuesto, donde hay un gran desarrollo. La sociedad allí tiene un tejido lo suficientemente fuerte en cada uno de los pueblos y localidades que puede perfectamente conformar una red de representantes que adhieran al cooperativismo.
-¿El Gobierno Nacional prepara algún gesto especial hacia el sector, que involucre la presencia de la Presidenta o algún anuncio fuerte con vistas al Congreso Nacional de Cooperativas en Rosario?
-A ver… hay dos grandes compromisos este año. El Congreso Argentino de la Cooperación, que es una iniciativa de las dos grandes confederaciones cooperativas (Coninagro y Cooperar) que está realizando 28 encuentros previos, muchos de los cuales en los que yo he participado, que confluye efectivamente en Rosario en septiembre. Por supuesto, descontamos que habrá un importante nivel de participación en este encuentro. Pero al mismo tiempo el Gobierno -junto con la Unasur y el Mercosur cooperativo- tiene previsto realizar hacia fin de año el séptimo Congreso de la Economía Solidaria, el mismo que hemos venido haciendo hace ya varios años.
-Un logro muy destacable para el Inaes…
-Mire, eso se debió a la experiencia que ya tenemos acumulada. El congreso del año pasado en Buenos Aires reunió a 10.800 personas, representantes de miles de organizaciones. Entonces se nos solicitó el Congreso Unasur. Sin dudas, una responsabilidad muy grande, se trata de un muy importante evento de aquí a fin de año. Y fíjese que a todo esto se sumará ahora, a partir del compromiso y del apoyo del Ministerio de Desarrollo Social, una fuerte presencia del cooperativismo este año en Tecnópolis, donde van a pasar ocho millones de personas. Ahí vamos a estar, desde julio a noviembre, mostrando todo lo que hace, todo lo que produce el movimiento cooperativo y mutual en Argentina.
-¿Este año puede ser histórico para el sector cooperativo del país?
-Este año tenemos la oportunidad de concretar los proyectos de ley que se vienen trabajando desde el Consenso de Sunchales, desde el año 2006, todo lo que venimos soñando. Puede haber anuncios oficiales de gran importancia para el sector. Hay que ser pacientes.