El engagement de los asalariados locales es de 54%, porcentaje mucho menor que el de los países vecinos. El pago es el factor que más incide en el bajo grado de involucramiento.
Los niveles de compromiso y motivación puertas adentro de las compañías argentinas son los más bajos de la región. Según un reciente relevamiento realizado por la firma AonHewitt entre personal dentro y fuera de convenio de 40 empresas, lo que actualmente más impacta en el engagement -es decir, en el grado de involucramiento de un empleado con su organización- es el pago que se recibe por parte del empleador.
A este factor le siguen las oportunidades de carrera que le brinda la organización y, en tercer lugar, el reconocimiento.
Para calcular el nivel de engagement de los empleados -hoy en 54 por ciento- la consultora multinacional mide las tres conductas que lo conforman: el hablar, el permanecer y el contribuir. Dentro de esta última figura cuánto la empresa incentiva al personal a dar la “famosa” milla extra, esa que marca la diferencia.
“Para los empleados el salario no es sólo una cuestión de números, si les pagan en línea con el mercado o no, sino que ellos no ven una correlación entre lo que hacen, es decir, su desempeño, y lo que a fin de mes reciben”, explicó a medios a nacionales Eugenia Lescá, consultora del área Talentos y Compensaciones de AonHewitt para explicar los datos.
Es que, si bien en la mayoría de las compañías el mensaje de Recursos Humanos es que la política de pago es con base en el mérito o desempeño, cuando los empleados conversan entre sí se dan cuenta de que todos recibieron el mismo porcentaje de ajuste, por lo cual concluyen que la variable real que determina las subas es el incremento del costo de vida.
En el ámbito local, el nivel de engagement de argentinos es de 54 por ciento, mientras que en Chile es de 67 por ciento, en Brasil de 70 por ciento, en Perú de 72 por ciento y en México, de 75 por ciento.
Libertad de expresión
En este sentido, Lescá fundamenta las razones de este resultado tan bajo en cuestiones culturales. Así, mientras en países como México o Chile los empleados son más proclives al acatamiento a sus jefes y no es tan común el cuestionamiento a la autoridad, en Argentina, en cambio, la gente está más acostumbrada a expresar lo que piensa.
Por otra parte, si se observa cada una de las áreas que componen una compañía, surge del estudio que -a diferencia de lo que usualmente se cree- IT se posiciona entre las de mayor engagement. Al respecto, Lescá señala: “Si bien es lógico que los integrantes de Recursos Humanos tengan el nivel más alto de engagement, ya que de esta gerencia salen los mensajes, políticas y acciones, el estudio también desmitifica. Por ejemplo, el área de IT no es la más baja, cuando está instalado que estos perfiles tienen una alta rotación y bajo compromiso”.
En cuanto a las áreas de Atención al Cliente y Ventas, la especialista considera que los resultados deberían dar “mucho más altos”. Así, por ejemplo, las empresas de servicios son las que tienen que tener a los empleados más comprometidos y motivados porque son quienes las representan frente a los clientes.
A mayor edad, mayor compromiso
Más aún, al realizar un análisis por edad se deduce que quienes tienen entre 25 y 44 años son los que muestran un menor nivel de compromiso (53 por ciento). Así, como el resultado está directamente relacionado con las perspectivas que tenga el empleado, es coherente que los mayores de 55 años, con menores expectativas dado que están transitando la última etapa de la vida laboral, se ubiquen entre los más comprometidos con sus compañías.
Según el relevamiento, los colaboradores que llevan entre tres y seis años son los que menos engagement hoy poseen. Es que, según Lescá, cuando recién ingresan tienen todas las expectativas y la motivación que el proyecto les despierta. Pero, si no ven un crecimiento en su carrera, va disminuyendo con el correr de los años. En tanto, aquellos que tienen más de 10 años de antigüedad en la organización muestran un mayor engagement. ¿La razón? Sus expectativas pueden ser menores. O bien, luego de trabajar tantos años para una misma compañía, ya están involucrados.