Un nuevo estatus para el país en un contexto convulsionado
Por Pablo Fernando Ceballos Chiappero (*)
El panorama económico argentino no termina de encarrilarse.
Cuando se conocen buenas noticias y se percibe cierta tregua, el mercado y la realidad vuelven a embestir.
La semana pasada inmediata nos informamos de que la República Argentina ha sido reclasificada de mercado “fronterizo” a mercado “emergente”: esperanzó el horizonte bursátil, al tiempo que calmó la vorágine cambiaria. Sin embargo, duró poco.
Vale recordar que la mencionada calificación es efectuada por la empresa estadounidense Morgan Stanley Capital Investment (MSCI Inc.) que, desde hace más de cuatro décadas, provee índices de mercados de valores (acciones, bonos, etcétera), fondos de capital, deudas, y demás información relevante a fin de que los principales inversionistas del mundo elaboren sus portafolios o carteras de inversión.
Argentina estuvo en los índices emergentes hasta el año 2009, ocasión en que MSCI desplazó sus acciones al índice “frontera”, debido a las constantes restricciones sobre los ingresos y egresos de capitales en la bolsa porteña. Para lograr la reclasificación del Índice MSCI Argentina de “Frontier Markets” a “Emerging Estado” de los mercados fueron consultados diversos inversores internacionales, que manifestaron su confianza en las actuales condiciones y normas para ingresar al mercado argentino.
No obstante, seríamos cuanto menos hipócritas si pensamos que estamos atravesando un buen momento económico-financiero. Los recientes vaivenes cambiarios de nuestro país –sobre los que aún no hay señales de estabilidad–, han ocasionado una aclaración por parte del MSCI: su decisión podría ser revisada si Argentina incorpora restricciones de acceso al mercado, tales como controles de capital o divisas.
Al respecto, el índice MSCI Argentina se incluirá en el índice MSCI Emerging Markets recién en el mes de mayo de 2019, por ello es menester asegurar y continuar la estabilidad económica del país, a fin de sortear con éxito las revisiones del ente.
Más allá de este control, MSCI continuará restringiendo la inserción en el índice a las empresas argentinas listadas en el extranjero, como los American Depositary Receipts (ADR), que posibilita la negociación de acciones de empresas nacionales en las bolsas estadounidenses o en una bolsa del exterior. Es así que sólo se reclasifica a los ADR argentinos; para el resto, los evaluadores ponderaron que se necesita mayor liquidez antes de considerar un cambio de listados offshore a onshore.
Esta noticia había tranquilizado la situación del país por una previsibilidad positiva. Hay esperanza en que los inversores internacionales ingresarían entre 3.500 millones y 7.000 millones de dólares a nuestro mercado financiero. Las esperadas inversiones. Y ello puede ocurrir, fundamentalmente, porque muchos fondos internacionales se constituyen y rigen por “prospectos” o reglamentos, que contienen cláusulas por las que sólo permiten invertir en mercados emergentes.
Va de suyo que hasta entonces no incluían empresas argentinas en sus portafolios, salvo indirectamente para aquellas cualificadas con ADR.
Al día siguiente de conocerse la noticia, las acciones operaron en alza, con las líderes Grupo Financiero Valores (VALO), con +18,44%, y Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), cerrando +16,17%. EL promedio fue 6,01% y el indicador MERVAL a 30.869,35 puntos.
Empero, a partir de allí hubo un progresivo declive, para caer estrepitosamente el día miércoles, cuando el índice cerró 25.965,99 puntos. El jueves se advirtió un repunte de 3,57% para concluir en 26.847,73 puntos.
Con relación al dólar, y luego del impacto de la noticia de reclasificación, en los principales bancos había cedido el tipo de cambio aproximadamente $0,70-$0,80, cerrando el viernes 22/06/18 con una cotización de $27,50 en el Banco Nación Argentina (BNA). Permaneció contenido unas jornadas con el coadyuvante de otras razones, ya que se efectivizaron las reservas del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la asunción del nuevo presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), quien mediante su estrategia de subasta de divisa estadounidense, entre otras, logró calma para el mercado.
Sin embargo, las pocas muestras de reactivación de los mercados de valores, la volatilidad de otras inversiones y la demanda para atesoramiento –impulsadas por las percepciones de aguinaldos–, hicieron saltar nuevamente la cotización del dólar.
Sin perjuicio de la enorme coyuntura que atraviesa el país, este aumento de calificación en los índices internacionales permitirá mejores condiciones de acceso al crédito externo para las empresas.
Por parte del gobierno se ha celebrado esta decisión, en tanto la nueva posición internacional de Argentina permitiría mejores condiciones de mercado, a la par que contribuirá a reducir el indicador riesgo país.
(*) Abogado UNC