Un estudio de casos reveló el aumento de filtraciones a través de distintos soportes.
El robo de información y datos electrónicos en empresas superó por primera vez el robo de los activos físicos, de acuerdo con una encuesta realizada a más de 800 ejecutivos de alto nivel pertenecientes a 10 tipos de industrias de todo el mundo.
De los encuestados, 88% respondió haber sufrido al menos un tipo de fraude, mientras que las pérdidas de las empresas por actividades ilícitas tuvieron un crecimiento de 20%, aumentando de 1,4 a 1,7 millones de dólares por cada mil millones en ventas respecto a 2009. Estos resultados mostró la encuesta global de fraude encomendada por Kroll -empresa dedicada a la mitigación de riesgos- a The Economist Intelligence Unit.
El informe revela que una de las novedades de este período fue el incremento del robo de datos en las empresas, que alcanzó 27,3 por ciento, en contraste con el robo físico de efectivo, activos o inventarios, que en el mismo lapso disminuyó su incidencia de 28 por ciento que obtuvo en 2009, a 27,2 por ciento este año.
“El robo de información superó todos los demás fraudes a nivel mundial porque la tecnología se instaló en todos los rubros y empresas”, explicó Matías Nahón, director Ejecutivo Asociado y jefe de la oficina de Kroll Argentina, durante la presentación del informe.
Para el ejecutivo, este crecimiento marca una tendencia que se puede acentuar en el futuro y ubicó como un problema la falta de conciencia por parte de las compañías.
“Las medidas de prevención son muy bajas, no hay conciencia del riesgo ni de lo vital que es cuidar cierta información”, sostuvo, tras subrayar la necesidad de que las compañías inviertan en prevención.
Según consignó el estudio de Kroll, la fuga de información puede darse a partir de soportes magnéticos, micrófonos, puertos de USB no cerrados o sesiones que no son debidamente bloqueadas, que permiten filtraciones o la llegada de cualquier persona a datos sensibles.
En esa línea, Nahón remarcó que “el peligro más grande está dentro de la compañía”, al referirse a la participación fraudulenta de muchos de los empleados de alto nivel de ellas.
En esta línea, el informe de Kroll remarca que en Argentina hubo un crecimiento de consultas sobre problemas con empleados desleales dentro de las propias empresas con un aumento de 200 por ciento, de las cuales 40 por ciento correspondió a casos de fraude de personal jerárquico.
“A diferencia de otros años, en los cuales aquellos que más cometieron infidelidades en perjuicio de la compañía estaban ubicados más cerca de la base de la pirámide corporativa, este año los involucrados ostentan cargos más altos y, por ende, los fraudes son de magnitudes más importantes. Esta tendencia comenzó a darse el año pasado y se acentuó este año”, agregó.
Entre los sectores más vulnerables al robo de información en el mundo se ubican el de servicios financieros, con 42 por ciento en 2010 -frente a 24 por ciento en 2009-, el de servicios profesionales, 40 por ciento y 27 por ciento, respectivamente, y las compañías de tecnología, medios y telecomunicaciones, 37 y 29 por ciento.
Por último, se destacó otro punto saliente en el informe del período 2010: el “temor al fraude” que manifestaron las empresas y que frenó la globalización de casi la mitad de los encuestados, sobre todo en cuanto a inversiones en las economías emergentes.
Este miedo disuadió a 48 por ciento de las empresas de operar en otras regiones, en especial en China, Asia y Latinoamérica.