ESCUCHAREl 15 de septiembre pasado, en las últimas horas de la tarde, el titular de Economía, Axel Kiciloff, acompañado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, elevaron al Congreso de la Nación el detalle de gastos previstos para el próximo ejercicio junto con la estimación de recursos que se contarán para financiarlo y el respectivo saldo preventivo. El informe sobre su contenido fue virtualmente desoído por las bancadas opositoras, que no le dieron el menor crédito aunque sin aportar argumentos serios al efecto.
Los representantes oficiales cumplieron las formalidades acostumbradas pero ante la falta de datos reales del período agosto-diciembre, debieron suplir esa carencia respaldando la presunción sobre crecimiento de la economía, la posible evolución de los índices de precios y demás variables que sustentan las cuentas del Estado para cubrir los requerimientos básicos.
Debe tenerse muy en cuenta que al momento de culminar su elaboración, la progresión real de la recaudación tributaria mensual sólo había llegado al octavo mes; es decir 2/3 del ejercicio en curso ,y pese a ser el dato mas concreto, también incluyeron cálculos sobre incógnitas significativas que sólo se podrán satisfacer a fines de diciembre. Mediando todo tipo de condicionalidades, se supuso que 2014 cerrará con un casi insignificante 0,5% positivo de crecimiento y que en 2015 llegaría a 2,8%.
De la misma manera, los cambios operados en el mercado de precios, especialmente el identificado como “al consumidor”, aparece con una media para todo dicho año de 15,6%, que debió ser fundamentado técnicamente de manera más creíble. Conviene tener presente que desde el comienzo mismo del corriente año, cuando se puso en vigencia la nueva serie nacional elaborada bajo asesoramiento de los especialistas del FMI, todo el arco opositor tomó la decisión de convertir en “índice” -denominado “Congreso”- el promedio simple de cinco elaboraciones privadas que, entre ellas, también tienen resultados muy dispares. No hay duda de que la resultante en este caso no tiene la menor base y debe ser desechada por antojadiza, pero se sigue esgrimiendo como referencia respecto simplemente para impugnar los datos oficiales y como herramienta de discusión.
Sobre este aspecto, el mencionado organismo internacional debe divulgar su dictamen final sobre lo realizado, postergado recientemente para abril 2015; aunque cabe señalar que en abril y septiembre, cuando debía emitir su opinión sobre la calidad de lo ejecutado hasta entonces, sólo se limitó a reclamar que revisaran la estimación del producto bruto interno de 2013 aplicando nuevos criterios por él aportados.
Otras facetas concurrentes
En cuanto a las cuentas externas, es oportuno tener presente que después de haber logrado un saldo positivo en 2012 de US$ 12.419 millones, alcanzando con esa cifra la mejor performance del período plurianual iniciado en 2009, en 2013 descendió en forma notoria al cerrarlo con US$8.004 millones. Dado que del corriente año los datos están bastante atrasados y en la primera mitad de aquél apenas había llegado a US$3.605, no augura un buen registro final.
Al evaluar un resultado neto, en el mejor de los casos similar al de 2013, no es muy fácil realizar estimaciones para 2015 de exportaciones en US$82.420 millones e importaciones llegando a US$73.233 millones, lo cual significa que el saldo a favor de dicho intercambio sería de US$9.197 millones. El ministro advirtió al respecto de que “El mundo está incierto y poco dinámico”, subrayando que mientras Estados Unidos apenas podrá crecer este año un mediocre 1,9%, Brasil se mantendrá debajo de un punto porcentual, lo cual nos perjudica al resentir el respectivo volumen de intercambio de un proveedor y comprador de primera línea.
La evolución final de nuestra economía en el año actual, luego de un primer semestre de 2014 en que sus dos trimestres que lo integran fueron ligeramente negativos, sólo se puede revertir si en la segunda mitad del año prevalece un índice positivo no menor de +1,2% que permitiría cerrarlo con un apenas discreto +0,5%. El proyecto para 2015 se ha compaginado con la firme esperanza de que la economía global logre crecer 2,8%.
Los autores adjudican esa esperada reacción al efecto positivo de “políticas contracíclicas” que ha puesto en marcha el Gobierno y que anuncian tratarán de intensificar en un futuro próximo, todo lo cual se combinaría con la vigencia de un tipo de cambio promedio para todo 2015 de $9,45. En cuanto a la forma que evolucionaría dicha paridad para que surja ese valor promedio anual, no ha sido fundamentado y deja algunas dudas sobre el particular.
En oportunidad de iniciar los análisis semanales de esta serie, en marzo de 2014, se advertía que “Lo prudente es no abrir juicios apresurados y esperar información más confiable para elaborar una proyección hasta diciembre, pero nunca antes de transcurridos los próximos meses de abril o mayo pues los primeros datos útiles recién empiezan a fluir a fines de febrero”, conceptos éstos que no sólo recordamos ahora sino que reiteramos muy enfáticamente.
Ingresos y egresos
Bajo una visión global, el proyecto en análisis consigna que la recaudación tributaria llegará a $1.298,3 miles de millones y el total de recursos, de todas las fuentes, a $1.489,9 millones; mientras el gasto primario se ha establecido en $1.247,9 miles de millones, a los que deben sumarse $1.219,9 miles de millones por intereses para completar la totalidad de erogaciones que llegan a $1.347,8 miles de millones. Esto significaría que, incluyendo el pago de intereses, el desequilibrio ascendería a $49.000 millones, importe que constituye una cifra relativamente moderada si se compara con los dos años precedentes.
Con el evidente objeto de dar mayor énfasis a esa convicción, el precitado ministro dijo que “Si bien previmos un déficit energético-comercial de US$8.000 ó 9.000 mil millones y eso es un enorme agujero, es importante decir que la tasa de crecimiento de ese ítem comienza a desacelerarse gracias a los buenos resultados de YPF”. Esto es cierto, pero todavía la mejora es proporcionalmente escasa aunque en el término de un quinquenio y la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, dicho objetivo se convertirá en realidad.
Otro aspecto relevante del Proyecto 2015 es que incluye una autorización expresa para que el Banco Central pueda apelar a “reservas de libre disponibilidad” para la cancelación de deuda pública externa en dólares u otra moneda extranjera. El artículo 38º del Proyecto establece expresamente que se deberán girar al Fondo de Desendeudamiento la suma total de US$11.889 millones con el objeto de atender a los compromisos. Asimismo, el artículo 44º prevé se siga negociando con los “holdouts” y en el subsiguiente que encaren conversaciones referidas a las deudas externas de las provincias que, en conjunto, acumulan un elevado pasivo.
En su presentación, el ministro se detuvo a anunciar una próxima “desaceleración en el aumento de precios”, los que en 2014, según sus dichos, ascenderán a 22%, que aseguró se concretará manteniendo “todas las políticas sociales y los niveles ascendentes de ocupación e inclusión”.
En cuanto a las críticas por la supuesta profusión de subsidios, señaló que quienes las formulan olvidan que el incremento interanual más significativo corresponde a seguridad social, item en el cual llega a +35,5%.
Subrayó que las afectaciones incluyen 13% a gastos de capital, 7,7% para cubrir intereses y demás rentas derivadas de la propiedad. En consecuencia, después de cumplidos los rubros en forma integral, el superávit primario (+1%) pasaría a trocarse en un déficit financiero de 1%, que puede considerarse un muy buen registro administrativo. En efecto, si se mantuvieren en cada caso los montos y destinos originales, la gestión sería óptima pero no debe olvidarse que para cerrar 2014 se apelan a incrementos posteriores que en el año en curso orillan 20% adicional. Lo evidente es que se procura dar el trámite más diligente posible y disponer de la respectiva norma antes de mediados de noviembre.
Grave incidente diplomático
Mientras la atención estaba concentrada en lo que ocurría en el Congreso, el encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos (el cargo de embajador permanece vacante), en forma bastante imprudente se aventuró a exponer frente a periodistas del diario de mayor tiraje su opinión sobre temas de política interna que, lógicamente, tuvieron una muy desfavorable acogida en la Cancillería. Además de sostener que “sería importante que la Argentina salga del default” como curso adecuado “para poder retornar a la senda del crecimiento”, ratificó implícitamente que “venía muy bien resolviendo los problemas clave para su reinserción en los mercados financieros”.
Como si fuera necesario subrayarlo, agregó que “Estados Unidos no respaldará el mecanismo legal propuesto por la Argentina en las Naciones Unidas” (fue uno de los 11 votos en contra frente a los 124 que avalaron la moción). Por su menor rango no debió abrir la boca, salvo que haya cumplido expresas instrucciones.
Debido a la ausencia temporaria del canciller Timerman, debieron esperar hasta su retorno al país para citar de inmediato al imprudente diplomático, que se estima no improvisó sino que actuó según directivas de Washington. La dura reconvención incluyó una advertencia en el sentido de que cualquier otra intromisión en asuntos internos podrá ser respondida con su expulsión. A juzgar por su actitud, es evidente que no le hizo cambiar en un ápice aquella postura sino que, por el contrario, dejó constancia del total rechazo al uso del ámbito de las Naciones Unidas, sosteniendo que ello sólo cabe que sea tratado en FMI, Banco Mundial o Grupo de los 20.
En esencia, las referidas declaraciones no aportaron nada nuevo pero constituyen un paso atrás en las relaciones diplomáticas, en las cuales Estados Unidos ha movilizado a sus más tradicionales, incondicionales y poderosos aliados (Canadá, Reino Unido, Alemania, Japón, República Checa, Hungría, Finlandia, Israel e Islandia). Casi simultáneamente, Rusia ha demostrado su interés en realizar compras de excedentes agropecuarios en nuestro país al propio tiempo que China rarificó su voluntad de acompañar a Argentina no sólo en el financiamiento de inversiones sino también en la consolidación monetaria mediante el otorgamiento de un elevado swap.
Por lo visto, el diplomático de segundo nivel Kevin Sullivan fue usado por sus superiores para “marcar la cancha” pero los múltiples apoyos recibidos por nuestro país han servido para dejar las cosas más en claro. Frente a esta preocupación sobreviniente, la tramitación parlamentaria del Presupuesto 2015 pasa a un modesto segundo plano.
