Nuestra provincia cuenta con un archivo histórico moderno y dotado de tecnología y recursos humanos excepcionales.
Creado por la ley 3967, en 1941, resguarda documentos públicos de incalculable valor. A los más antiguos, de la época de la fundación de la ciudad de Córdoba, se suman documentos históricos, manuscritos, fotografías, gráficos, documentos cartográficos, audiovisuales y archivos de donaciones particulares. Más de 40 mil documentos se encuentran a disposición para consulta de propios y extraños.
El Informe de la Agencia Córdoba Cultura señala que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció internacionalmente al conjunto de documentos Judiciales y Notariales de la Córdoba colonial e independiente (1574-1882) como Memoria del Mundo, por su importancia en la reconstrucción de la memoria colectiva como patrimonio documental de la humanidad.
Seguiré citando la valiosa información de la página oficial para difundir que existen en el archivo los siete mil tomos de documentos públicos del Archivo de Gobierno entre 1903 a 1974; cerca de cinco mil documentos cartográficos (siglos XIX-XX) y películas de ocho y 16 mm del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos (que dan testimonio de enormes obras realizadas en la provincia); más de 2.300 tomos (siglo XIX-XX) de la Dirección General de Escuelas Primarias del Ministerio de Educación; y más de 1.700 documentos de la Dirección de Catastro, entre otras.
La Biblioteca de Historiografía del Archivo reúne alrededor de nueve mil volúmenes, entre libros y revistas referidas a las historias local, regional y nacional, que están disponibles para la consulta del público general.
El Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba (AHPC) refuerza su contacto con la comunidad mediante actividades de capacitación (seminarios, talleres, prácticas profesionales), muestras y conferencias en distintas localidades de la provincia, con la finalidad de actualizar herramientas de trabajo, difundir la historia y el patrimonio documental de Córdoba y tender redes entre instituciones.
Tomaré ahora información publicada en nota de la Voz del Interior con fecha 15 de noviembre del corriente año: “(…) el 15 de octubre de 2014 se inauguró la nueva sede, el primer edificio construido para un archivo provincial con el fin específico de preservar documentos históricos (…). Este hito de infraestructura pública patrimonial presentó grandes desafíos para trasladar documentos que datan de 1574 y que presentaban condiciones materiales frágiles: papel de los siglos XVI al XIX, fotografías en placas de vidrio, obra gráfica, tomos de gran tamaño, entre otros (…). Con moderno mobiliario móvil, de mayor capacidad y eficiencia, se receptaron hasta hoy en día documentos del poder Ejecutivo Provincial hasta el año 2000, pero los 700 m2 dedicados exclusivamente al acervo documental han permitido incorporar al patrimonio provincial documentos en soportes tecnológicos recientes. Los seis depósitos cuentan con equipos de climatización en funcionamiento los 365 días del año, equilibrando las variaciones de temperatura y humedad para la estabilización de los soportes documentales (…)”
Sin dudas que este AHPC es motivo de orgullo para toda la provincia de Córdoba. Lo entendemos como el más importante de la República, después del Archivo General de Nación y la consulta presencial o virtual permite garantizar y democratizar el acceso a la información histórica a ciudadanos e investigadores nacionales e internacionales.
El cadáver del antiguo edificio
Ahora formularé todas las inquietudes que albergo. Algunos vecinos recordarán la vieja sede del Archivo Histórico de la Provincia en la calle 27 de Abril al 100, a la que peregrinaban historiadores locales y del resto del país. Un antiguo edificio de enormes proporciones, con una puerta doble de madera tan suntuosa como se estilaba en los edificios de la primera mitad del siglo XX.
Si alguien no lo tiene presente, rápidamente lo ubicarán con pocas coordenadas. Junto a la galería de arte a cielo abierto del Colegio de Escribanos de Córdoba y antes de la vereda del nuevo Museo de la Lotería de Córdoba, se abre un vórtice que aleja a los transeúntes. Pocos lo transitan. La miseria, suciedad y oscuridad de esos metros de frente sólo asila a personas en situación de calle, de extrema vulnerabilidad y alienación.
Me parece que el edificio es enorme. Se estira hacia el corazón de esa manzana histórica hasta golpear los muros posteriores del Museo San Alberto, recorriendo la espalda del Colegio de Escribanos y de la Escuela de las Teresas.
Está a metros de la Manzana Jesuítica, lindando con el Instituto Santa Teresa de Jesús ¡la primera escuela para mujeres del Virreinato del Río de la Plata!
Hace diez años que el abandono se apoderó de esa construcción. Han pasado por su vereda infinidad de funcionarios y vecinos sin que la situación se modifique.
Vengo, como vecina, a preguntar: ¿se ha pensado destino para tan valiosa propiedad?; ¿su ubicación estratégica, a metros de la Catedral, de la Plaza Principal, de innumerables museos, en el corazón del casco histórico constituye un aspecto importante o se considera irrelevante?
Me pregunto qué opinarán los urbanistas tan destacados que recorren la ciudad.
¿Qué dirán el centro comercial y todas las asociaciones de amigos del centro sobre un inmueble abandonado a la suerte de alimañas y plagas?
¿Los gestores culturales de la ciudad y la provincia entenderán valiosa la cercanía a uno de los teatros de la provincia?
¿Las actividades que alberga, con esfuerzo y agotamiento edilicio, el Cabildo Histórico podrían desarrollarse en este inmueble?
¿El caño roto que agilizó el traslado transformó en estado ruinoso al inmueble o admite reparación por su fuerte estructura?
¿Es temerario imaginar en ese espacio un complejo de salas culturales destinadas a clínicas teatrales, pequeños conciertos, muestras artísticas del interior, encuentros corales y demás manifestaciones culturales?
Agradeceré las respuestas que surjan. No habría tenido paz, si no hubiera reclamado -en nombre de la ciudad y del interior- ese espacio de encuentro que se deniega.
(*) Abogada. Ensayista. Autora del libro Ser mujer en política
Pienso que solo se puede calificar de “temeraria” a la apatía e indiferencia de estos tiempos posmodernos. Sin embargo…” no todo esta perdido”, porque aun quedan voluntades qué pueden presentar resistencia y hacer escuchar sus voces!. Voces con propuestas, con objetivos y proyectos que hagan resurgir estos lugares. Para todo se necesita de voluntades y decisiones políticas, a ellas apelo esperando respuestas, no evasivas, no frases conocidas como “no hay presupuesto” entre otras. Estimados vecinos/as de la ciudad de Córdoba necesitamos sentir el estimulo de sentirnos parte de las decisiones de nuestro patrimonio cultural para que no todo acabe en hermosos centros comerciales!.
Buenos días Alicia realmente está triste noticia que nos comentas hoy hace al desapego al abandono de los funcionarios que conducen esta Provincia y se limitan a negocios con desarrollistas que dejan millones para sus arcas personales y la historia de su provincia no les interesa protegerla o cuidarla… eso el cultura para el pueblo… y ellos necesitan un pueblo que no piense.. lo compartiré donde pueda … quizás algún ser pensante lo lea!!!! Graciass