Aunque no lo notemos, en el día a día nos encontramos rodeados de artistas y nos referimos a aquellos del mundo de la gastronomía que se esfuerzan porque cada una de sus obras culinarias sea una manifestación creativa.
Sin embargo, la protección que la legislación ofrece a la cocina de autor, pese a la importancia económica del sector, está llena de matices y algunos sinsabores, ya que no puede protegerse cualquier elaboración, ni toda creación es susceptible de derechos.
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