El concepto de minería de Bitcoin a partir de excedentes gasíferos desembarcó en el país, de la mano de una asociación entre la petrolera en parte estatal YPF y empresarios privados. La idea del negocio es instalar una granja de minado de criptomonedas, que tradicionalmente requiere un ingente consumo energético, aprovechando el gas proveniente de las exploraciones petroleras de YPF que no ingresa en gasoductos, es decir que no tiene utilización comercial por falta de infraestructura de aprovechamiento y por lo tanto se ventea. .
Ubicada en el paraje de Rincón de los Sauces, Neuquén, en plena Patagonia profunda, se encuentra ya operativa la Central Térmica Bajo del Toro, una granja de minería que alberga 1.200 ASIC.
Los mineros ASIC, o circuitos integrados de aplicación específica, son piezas de hardware diseñadas específicamente para un uso particular, en lugar de para un propósito general. Estas instalaciones integradas de computadoras están diseñadas para trabajar con algoritmos específicos de criptomonedas, lo que les brinda una ventaja en términos de rendimiento y eficiencia. Al estar optimizados para un algoritmo en particular (que es el desarrollo de la cadena de bloques de Bitcoin), pueden realizar cálculos más rápidos y precisos y de ese modo, rendir más en términos económicos.
El centro de datos nace de la asociación entre las empresas locales YPF e YPF Luz, la noruega Equinor y la compañía de minería de Bitcoin Genesis Digital Assets Limited (GDA). El negocio monetiza residuos de la exploración petrolera, integrándose en un nuevo circuito económico, que es el de la producción de capitales virtuales.
La central térmica tiene hoy una capacidad instalada 8 MW en total y se presenta además como una iniciativa empresarial que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, hace un uso eficiente de la energía y además monetiza excedentes de gas “que de otra forma se hubiesen venteado a la atmósfera”, señaló YPF en una nota de prensa.
Explican que el gas es “reaprovechado para generar energía eléctrica que se destina a una nueva industria como la minería de Bitcoin”, la cual califican de ser “altamente demandante de energía”. “Pero sin afectar la disponibilidad de la red de energía eléctrica del país y contribuyendo con una solución sostenible”.
Abdumalik Mirakhmedov, presidente ejecutivo de GDA, la empresa que lleva adelante las operaciones mineras en la central, considera que Argentina “es un país importante para la minería de Bitcoin” debido a la abundancia de fuentes de energía y “su entorno favorable a los negocios”.
Mirakhmedov reveló que esta es la primera granja de minería de Bitcoin que instalan en América del Sur. Para ellos, “es un paso importante” en su intención de expandir sus operaciones.
GDA cuenta con, al menos,19 granjas de minería de Bitcoin esparcidas en distintas partes del mundo, entre ellas Norteamérica, Europa y Asia Central. En conjunto suman 500 MW de capacidad instalada, distribuida en más de 180.000 rigs de minería.
El ejecutivo también valoró que con estas operaciones se demostrará que la minería de Bitcoin “puede tener un efecto positivo en el medio ambiente y puede integrarse plenamente en las comunidades locales»-
No es la primera vez que la empresa local YPF participa en actividades mineras. La compañía informó que desde 2022 promueve el uso de excedentes gasíferos para la alimentación energética de granjas de minería de Bitcoin.
Otras compañías del sector, como Tecpetrol, también se sumaron al uso de residuos de gas para comenzar a minar a Bitcoin. En septiembre del 2023, esa empresa informó de sus planes de instalar una granja de minería en el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, al oeste de Argentina.