ESCUCHARSólo se consumen 300 gramos por año por habitante en Argentina, mientras que en Europa y Estados Unidos se comen 6 kg por año. Falta conocimiento e infraestructura para una adopción mayor.
Los vegetales congelados son productos muy apropiados para los tiempos modernos en los que la simpleza, practicidad y rapidez son muy valorados en las grandes urbes. Además, corren con la ventaja de que mantienen su calidad nutricional y su frescura porque no tienen conservantes ni aditivos.
No obstante, su consumo en Argentina es muy incipiente, cada habitante come por año 300 gramos de vegetales congelados, cuando en Chile el consumo supera los 3,5 kilogramos por año por habitante y en Europa y Estados Unidos, casi el doble de esta cantidad.
Según confirmó a Comercio y Justicia Raúl Casares, el gerente comercial de Nutrifrost, uno de los jugadores del rubro en el mercado argentino: “En el país éstos productos aún no son consumidos en forma masiva debido a ciertas barreras de desconocimiento que en otros Estados se han ido rompiendo”.
Entre ellas, indicó, “no son productos con conservantes: se los cultiva, se los limpia, se los corta y se los congela frescos”, además dijo, “son rendidores porque no hay material de desperdicio como en el caso de los vegetales que se compran en las verdulerías” y en cuanto a precios, son “competitivos”.
Por otra parte, señaló que otro problema es la falta de infraestructura: “Nuestros clientes deben invertir en freezer para conservar los productos, equipos que hoy están ocupados mayormente por hamburguesas y helados”, dijo, e insistió en que su adopción formará parte de un “camino que hay que seguir andando”.
“El consumidor una vez que conoce el producto normalmente lo adopta y termina siendo un heavy consumer de la categoría, pero lo que ocurre es que previamente deben derribarse ciertos mitos y transmitir sus bondades para poder lograr que la gente se acerque”, añadió.
La mayor parte del consumo se concreta en Capital Federal y Gran Buenos Aires, siendo los líderes del mercado (50%) las marcas Sadia, de Brasil Food, y Granja del Sol, de Molinos Río de la Plata.
Punta para crecer
Sobre esta premisa, la empresa que era una unidad de negocios de la firma agroindustrial Kruguer y que en el año 2011 fue adquirida por el Fondo de Inversión Gabor, cuenta con 5% del mercado con su marca propia Maglia (para el canal minorista) y con 25%, gracias a sus marcas blancas para las cadenas de supermercados: DIA%, La Anónima, Walmart, Carrefour, Jumbo y Makro.
“Buscamos hacer crecer nuestra marca y penetración gracias a la distribución en los supermercados y autoservicios. El objetivo es penetrar en las provincias; por ejemplo, en Córdoba, contamos con un depósito de congelados que alquilamos desde donde distribuimos a la provincia y al centro del país”, apuntó Casares, quien además indicó que ya comercializan sus productos las cadenas de Tadicor y Mariano Max, mientras que gestionan la incorporación de otra.
Nutrifrost cuenta con una planta en el Parque Industrial de Pilar y tiene una capacidad de procesamiento de 15.000 toneladas de vegetales congelados por año. Las oficinas administrativas comerciales también se encuentran en esa localidad.
La empresa emplea a más de 100 personas, entre personal de planta, personal de campo y administración.
“Estamos hoy trabajando a 50% de la capacidad de producción, por lo que los próximos años el objetivo es alcanzar el máximo de capacidad productiva de la planta y volcar este producto, no sólo en el mercado interno sino exportándolo a distintos mercados”, agregó el gerente comercial.
En cuanto a las ventas, el crecimiento en el canal retail /gastronómico es de 4% del volumen.
“Las expectativas para los próximos meses es que se mantenga el crecimiento del primer semestre. Como es una categoría ‘madura’, todavía tenemos muchas posibilidades de crecer.
Productos
Entre sus variados productos se encuentran brócolis, arvejas, espinacas, mix de vegetales picados, wok de garbanzo, wok de pollo, wok de arroz yamaní, rellenos para canelones y rellenos para tartas, entre otros.
