El negocio, con más de 60 años en el país, replica su concepto de volumen, precios bajos, calidad y atención personalizada en los centros comerciales, donde este año totalizará cinco bocas.
Casa Arab, la tradicional tienda de indumentaria cuyo nombre le rinde homenaje al apellido de su fundador, supo instalar un modelo de negocio capaz de sostenerse en el tiempo.
Lejos de dormirse en los laureles del acierto, la empresa de origen familiar – ahora comandada por la cuarta generación- arremete contra los nuevos paradigmas del comercio y expande sus fronteras céntricas para seguir avanzando en los centros comerciales. Esta apuesta le permitió a Tradicional Casa Arab duplicar su facturación en 2009 y aumentar su cartera de clientes en 60%.
“El negocio arranca en 1947 de la mano de mi abuelo, que vendía botones y telas. Bajo el formato actual lo iniciaron mis padres, Julia y Jaime, en 1961, instalando la primera boca en la calle Buenos Aires 155, en la manzana que luego expropió el Banco de Córdoba”, recordó a Comercio y Justicia Eduardo Arab, actual dueño y gerenciador de seis locales “Tradicional Casa Arab, Tienda de Ropa”, junto a su madre (Julia), esposa (Gisa) y sus hijos (Diego, Claudia y Leonardo).
En la actualidad, la empresa familiar cuenta con 14 locales, administrados en forma independiente por los tres hijos del matrimonio fundador: Eduardo, Alberto y David. “Si bien el negocio es el mismo, formamos tres empresas independientes que se identifican con distintas nominaciones: Tradicional Casa Arab Tienda de Ropa es la nuestra y Casa Arab vende más barato, de uno de mis hermanos”, explicó Eduardo.
La totalidad de los comercios concentran en 40% los mismos productos, que originalmente dieron vida al negocio. El resto de la mercadería se gestiona en forma indistinta con proveedores seleccionados por cada una de las sociedades. “Hay marcas muy impuestas que los clientes vienen a buscar y en las que nos ponemos de acuerdo para comercializarlas al mismo precio”, apuntó Diego, responsable del área comercial de Tradicional Casa Arab
El modelo que perdura
El concepto, reconocido en Córdoba y el país por más de 60 años, se caracteriza por vender grandes volúmenes de prendas, a una relación de precios y calidad competitiva y con el aval de la atención personalizada al cliente. “No entra ningún producto de mala calidad, los testeamos como si las prendas fueran para nosotros (lavamos, usamos, etcétera) para luego, venderlas”, acotó Eduardo.
Otra apuesta es la atención personalizada, reforzada por capacitaciones anuales que reciben sus empleados, en materia de administración, gerencia y atención. Entre las 14 bocas se emplean a 120 trabajadores, 50 de ellos en los seis locales propios.
Una de las creadoras de la marca, Julia de Arab, se jacta de no tener competencia directa, lo cual no deja de ser una ventaja. No obstante: “No somos exclusivos vendiendo los productos, ya que están en muchos otros locales minoristas. El pequeño detalle es que compramos y vendemos 100% en blanco, y a veces salimos perjudicados por la competencia desleal”, agregaron.
En flecha ascendente
Aunque los cimientos están sólidos, Tradicional Casa Arab no fue la excepción a los impactos de la crisis que se originó en 2008 y se sostuvo hasta el año pasado.
Entre amenazas y oportunidades, la joven conducción montó sobre sus espaldas el riesgo de afrontar un crecimiento. “Las ventas venían en picada hasta 30% en 2009; o apagábamos las luces y despedíamos gente o crecíamos. Había que tomar una decisión y empezamos abriendo -como prueba piloto- un pequeño local de 35 m2 en el Híper Libertad de Rodríguez del Busto”, contó Gisa, responsable del área de diseño de indumentaria.
Los resultados fueron rápidamente positivos. El Día del Padre duplicó las ventas del año anterior y fue el impulso para duplicar las dimensiones de ese local, e instalar dos bocas más en el Híper Libertad de Ruta 9, y en el Dino de Rodríguez del Busto. La curva sigue en ascenso, ya que este año la marca asegura que abrirá dos locales más en centros comerciales, totalizando ocho al finalizar 2010. Deberá invertir un promedio de 150 mil pesos en infraestructura por cada local, son superficies que rondan los 80 m2.
La ampliación en la periferia no significó una descentralización de las ventas, por el contrario, se duplicaron. “La cartera de clientes se engrosó en 60% desde el año pasado a éste”, apuntó Eduardo. La facturación en 2009 alcanzó los millones de pesos, con un valor promedio de $70 por ticket.
En sepia
premios a Abuelos y bisabuelos que eligieron la marcaLa indumentaria Arab es un hito reconocido y elegido por nuestros abuelos y bisabuelos. Una muestra real fue una acción promocional que implementó Tradicional Casa Arab hace tres años . “Cuando se acercaba la gente a comprar, con el ticket le abrochábamos un folleto que decía: ‘¿reconoce a alguién de esta foto? (la foto fue sacada hace 50 años e ilustraba una cola de gente esperando para comprar frente al negocio que quedaba en la calle Buenos Aires).
“Repartimos cinco mil folletos la primer semana y aparecieron tres personas que reconocieron a sus abuelos o tíos abuelos en la foto”, contó orgullosa Claudia, responsable del área de Marketing. En honor a la confianza, Arab regaló a cada uno de los miembros de la familia cajas con prendas de la casa.
La acción promocional concluyó en la semana siguiente, cuando a la bolsa de compra adjuntaban un folleto con la misma foto, que decía: “Podría ser tu abuelo y eso es tradición”.