Es parte de la transformación de la actividad comercial al interior de los cascos urbanos. El objetivo es generar espacios comerciales delimitados, ordenados, sustentables y competitivos. Hay antecedentes en la capital provincial y en otras ciudades cordobesas. ¿Cuáles son las ventajas de este modelo comercial? Todo en un informe que muestra una radiografía de los centros comerciales a cielo abierto como alternativa de la nueva forma de vender
El gobernador Martín Llaryora encabezó la semana pasada la firma de los convenios marco de cooperación institucional para el desarrollo y ejecución de los Centros Comerciales a Cielo Abierto de las ciudades de Córdoba y Marcos Juárez.
La iniciativa es resultado del trabajo conjunto entre el sector público y privado para el logro de un espacio comercial delimitado, ordenado, sustentable y competitivo, que permita la generación de empleo.
El gobernador garantizó la continuidad de este programa y la llegada a otras localidades, y sostuvo: “Las pymes y los comercios de barrio son los grandes generadores de trabajo y empleo. Cuando se impulsa eso, se multiplican los trabajos y los empleos”.
“Peleamos juntos para mejorar el comercio y el empleo. Y gobernar es dar trabajo. Sin trabajo las sociedades no pueden crecer y progresar, y ese tiene que ser el fin. El Estado por sí solo no puede. El Estado tiene que ser un complemento y ayudar a la actividad privada a desarrollarse”, añadió.
Los Centros Comerciales a Cielo Abierto son organizaciones de comerciantes minoristas que trabajan dentro de una planificación urbana y comercial sustentable.
El objetivo es lograr una identidad propia y distintiva que incorpore mejores condiciones para los ciudadanos y que gestione, de manera conjunta, la oferta comercial del sector con una estructura gerencial, una imagen común, variedad y calidad en la oferta de productos y servicios. Siempre procurando un entorno agradable, accesible y seguro para el público en general.
Durante el encuentro, del que participaron entidades y federaciones que reúnen a los sectores comerciales, Llaryora propuso generar líneas de crédito y financiamiento por parte del Banco de Córdoba para cada localidad y capacitaciones para los comerciantes en conjunto con universidades.
Los acuerdos fueron suscriptos por el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Pedro Dellarossa; el presidente y el secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Alfredo González y Ricardo Diab, respectivamente; el presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba, José Viale; el presidente de la Federación Comercial de Córdoba, Fausto Brandolín; la secretaria de Comercio, Nadia Villegas; y el presidente del Centro Comercial Marcos Juárez, Víctor Longo Vaschetti, entre otros.
Municipios y sector privado acompañan
Al término del encuentro, el ministro Dellarossa sostuvo: “Son programas que ya se venían ejecutando. Hoy firmamos convenios con la Municipalidad de Córdoba, que revalorizarán tres calles, y con Marcos Juárez, para hacer lo propio en una calle. De esta manera, se le da una impronta a los comercios ubicados en esa zona, revitalizando la actividad comercial y generando una sinergia muy importante entre lo público y lo privado”
A su turno, el intendente de Córdoba, Daniel Passerini, sostuvo que este convenio “va a permitir iniciar el desarrollo de los Centros Comerciales a Cielo Abierto en un modelo de articulación entre la Provincia, el Municipio y el sector privado, con una inversión que fortalecerá la actividad económica y promoverá la actividad comercial”.
Por su parte, la intendenta de Marcos Juárez, Sara Majorel, mostró su entusiasmo por la iniciativa: “A través de un esfuerzo público – privado, se busca potenciar el comercio con el embellecimiento de la ciudad. Ya veníamos trabajando en otros sectores en la localidad, como el industrial o urbanístico, y ahora sumamos el sector comercial que implica el 60 por ciento del movimiento económico”.
Al mismo tiempo, José Viale destacó que “este convenio demuestra la inquietud del gobernador y el ministro. Nosotros necesitamos tener apoyo para que, junto al sector privado, podamos poner en valor sectores de las ciudades para revalorizar el comercio”.
Finalmente, Ricardo Diab consideró que “no es fácil conseguir recursos para desarrollar esta propuesta y Córdoba la tomó como propia, siendo un ejemplo a nivel nacional. Esto ayuda a planificar el entorno y se pone en igualdad a los comercios barriales con los de las grandes superficies”.
¿Qué son los CCCA?
Los Centros Comerciales a Cielo Abierto responden a un proceso evolutivo sostenido en el equilibrio ecológico a través del crecimiento económico y la transformación de los métodos de producción y patrones de consumo. La iniciativa se lleva adelante con respeto pleno a la integridad étnica y cultural, regional, nacional y local.
Según los convenios suscriptos, las partes firmantes pretenden:
- Contribuir a la modernización y sustentabilidad económica de los comercios minoristas y empresas de servicios, en particular las pymes ubicadas en Centros Comerciales a Cielo Abierto.
- Crear condiciones de mejor accesibilidad de los centros comerciales urbanos para los habitantes y visitantes de las ciudades que adhieran al programa.
- Revitalizar los centros comerciales urbanos y cascos históricos de las ciudades.
- Mejorar la calidad del servicio al público en general por parte de los comercios minoristas.
- Propender un incremento de puestos de trabajo en el sector comercial y de servicios.
- Mejorar la comunicación y la promoción de la oferta comercial y turística de las ciudades, en particular de las zonas comerciales.
- Integrar en los centros tradicionales de las ciudades las actividades comerciales con las culturales, turísticas y de recreación social.
- Inducir la inversión de los sectores público y privado en los centros comerciales urbanos.
Ventajas de los CCA
En el año 2000, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), lanzó el Programa de Fortalecimiento del Comercio Minorista (PROCOM). Así comenzaba en Argentina la era de los Centros Comerciales Abiertos (CCA), un modelo en aquel momento ya muy desarrollado en España y en otros lugares del mundo, aunque la inspiración para la confederación pyme nacional fue sin dudas España.
Este formato innovador transforma la gestión de las pymes comerciales de áreas urbanas y genera beneficios para las comunidades a las que pertenece. No sólo fortalece la competitividad del sector: también pone en valor los atributos que forman parte del corazón y la identidad de una ciudad.
La Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto, Cascos Urbanos y Centros Históricos (FCCA) -adherida a CAME- impulsa estos proyectos con un equipo multidisciplinario de profesionales, que brindan asistencia técnica para su concreción y desarrollo. La misión de la FCCA es “crear condiciones y oportunidades que hagan posible el desarrollo del comercio y los servicios de ciudades en todo el país”.
Centralmente, los CCCA facilitan la articulación de las entidades empresarias con los gobiernos locales para la identificación de mejoras urbanísticas, visuales, comunicacionales y de promoción comercial, que contribuyan directa o indirectamente a
mejorar el acceso y la permanencia del público (potenciales consumidores) en las áreas comerciales. El objetivo es potenciar los factores de atracción de las ciudades.
Asociatividad
Toda estrategia de jerarquización del comercio urbano se basa en el trabajo conjunto enfocado en el consenso para alcanzar objetivos.
- Articulación público-privada: trabajamos con entidades gremiales empresarias, municipios y gobiernos provinciales para impulsar proyectos locales a partir del involucramiento activo de todos los sectores.
- Compromiso y participación: vínculos sólidos y permanentes entre comerciantes, instituciones y vecinos, que comparten la responsabilidad sobre el CCA.
- Sustentabilidad: un CCA prioriza el cuidado del medio ambiente y la preservación de la salud de las personas. Las prácticas sociales y comerciales sustentables integran sus valores fundamentales.
- Comunidad: la transformación social y económica que generan los CCA favorece a la comunidad toda. Nace de la planificación que permite trazar objetivos de desarrollo sostenido y previsible.
- Actualización: la capacitación (desde estrategias comerciales hasta el diseño de vidrieras), y las herramientas técnicas (acciones promocionales, branding, nuevas tecnologías), son recursos fundamentales para una gestión profesionalizada de los CCA y sus comercios, acorde a las tendencias que marcan el rumbo en el sector
La transformación de la actividad comercial
Cuando nació el programa en CAME, los principales competidores del comercio tradicional eran los hipermercados y las grandes superficies, cuya proliferación actuaba en detrimento del comercio urbano y los negocios de proximidad.
Pero durante los últimos años, la creciente injerencia de la tecnología en la vida cotidiana modificó radicalmente el mundo del comercio minorista. Nuevos actores digitales, consumidores hiperconectados, venta online, medios de pago electrónicos y otras innovaciones forman parte de la realidad que el comerciante vive todos los días.
Sin embargo, esos factores -y sus resultados en forma de nuevos hábitos de consumo-, “no deben ser considerados amenazas”, aclara en la FCCA: “Estamos convencidos de que el comercio físico tradicional y los CCA no desaparecerán. Pero es fundamental que transiten un proceso de adaptación a las nuevas exigencias del mercado y los perfiles del consumidor para seguir siendo competitivos.
“La FCCA y CAME están listas para acompañarlos en la transformación digital y su integración con los atributos del comercio físico, que siguen siendo decisivos a la hora de configurar una atractiva experiencia de compra y esparcimiento. Siempre en el marco de un modelo propio de gestión urbana y comercial sustentable”, declaran desde CAME.
Los antecedentes presentes en Córdoba
Un viejo plan de la capital provincial
La municipalidad de Córdoba presentó a fines del año 2008, las Bases del Plan Director para la Ciudad de Córdoba.
En lo que respecta al área central, la iniciativa contempla una intervención mediante diversas directivas urbanísticas. Estas medidas tienen como objetivo unificar el desarrollo comercial, turístico, social y patrimonial, con el fin de la categorización de un sector de varias manzanas que van desde el mercado sur hasta la avenida Vélez Sarsfield.
Este distrito mayorista-minorista cuenta con comercios minoristas, mayoristas, fábricas y talleres en especial del sector textil. Tiene, además, asentamientos religiosos que dan sustento e identidad a la ciudad y una impronta académica histórica en el pensamiento y la formación profesional de los cordobeses.
Dentro de este territorio, donde se asientan también los medios de transporte público de pasajeros urbanos, interurbanos, provinciales y nacionales, se planteó el acuerdo para formar el Centro de Comercio a Cielo Abierto, aunque durante las últimas administraciones poco se avanzó al respecto.
El programa que lanzó Schiaretti en 2022
El exgobernador Juan Schiaretti anunció a mediados de 2022, en el Encuentro Federal de CAME y cuando ese evento se realizó en Córdoba, en instalaciones de Ciudad Empresaria, que la Provincia aportaría 70 millones de pesos para impulsar la creación de diez centros comerciales a cielo abierto, aplicando el modelo impulsado desde hace más de dos décadas por CAME y su federación específica FCCA.
Ya se señalaba en aquella oportunidad que con esta medida se promueve el modelo de gestión Córdoba, que contempla el trabajo conjunto entre el sector público y el privado. Además, Schiaretti informaba que ya se llevan invertidos más de 7 mil millones de dólares en obra pública orientada a revitalizar las áreas centrales de las principales ciudades de la provincia, según destacó el ex mandatario provincial al momento de la clausura del Encuentro Federal, ante más de 400 representantes pymes de distintas provincias.
Para concretar el proyecto de los centros comerciales a cielo abierto, el Gobierno suscribió un acuerdo con la Federación Comercial de la Provincia (Fedecom). “Muchos de los municipios que tiene la provincia son centros comerciales regionales y este acuerdo es muy valioso para que puedan crecer, ofrecer mejores servicios y generar más empleo”, señalaba el Gobierno provincial entonces. Particularmente, se valoró en aquel momento la red de gasoductos troncales que permitió que el gas natural llegue a 98 por ciento de los núcleos poblacionales provinciales.
Pero lo que garantiza hoy una actividad comercial plena, en realidad es la conectividad, que permite a los comerciantes ofrecer sus productos, asegurar distribución y ventas e incluso facturación, hoy a través de los medios de pago digitales.
¿Cómo cambió el centro y el comercio en los últimos años?
Las ciudades se transforman, la gente en ellas adquiere nuevos usos de la ciudad y esa dinámica impacta sin dudas en los centros ciudadanos y en las estructuras comerciales tradicionales. Con estas transformaciones, las galerías comerciales también se transforman.
Las galerías han pasado de ser los espacios multirubro cerrados y oscuros de los años 90 a convertirse en grandes sitios a cielo abierto donde conviven negocios de dos o tres rubros, indumentaria y gastronomía principalmente. No obstante, desde hace cinco años se observa una tendencia aún más marcada de proliferación de estas últimas propuestas.
“El mercado de las galerías ha ido mutando. Ya están desapareciendo las galerías de los 80 y 90 del centro de la ciudad, cerradas, viejas, con locales chicos y multirubro. Actualmente a la gente le gusta consumir al aire libre, salir, comprar y comer”, destacó en un diálogo con Comercio y Justicia Lucas Péndola, uno de los desarrolladores que puso en marcha los espacios Muy Güemes y La Gale, reconocidas en el barrio Güemes de la ciudad de Córdoba. Lo hizo hace un tiempo, cuando el diario especializado en información económica, comercial y judicial se preguntaba en un informe sobre cuál sería el devenir de las galerías céntricas ante la profunda transformación que se viene dando en los consumos comerciales de la población.
El caso de barrio Güemes, en Córdoba
En el caso mencionado, en un primer momento se proyectaron espacios en los cuales puedan convivir los locales para compras de día, como ejemplo indumentaria y accesorios, y centros de gastronomía, según contó Péndola. No obstante, con el correr del tiempo y la receptividad del público, el formato fue mutando hasta transformarse en este caso, en un complejo gastronómico principalmente gastronómico.
“Hay que tener en cuenta que el barrio Güemes, a diferencia de otros centros de confluencia como General Paz y Barrio Jardín, es netamente gastronómico”, aseguró el empresario, que también gestiona una inmobiliaria en la zona.
En base a esta experiencia, la segunda galería desarrollada por la firma se proyectó desde el inicio con esa premisa, y hoy ya funciona como totalmente gastronómica, a la cual se sumó luego una tercera galería en el mismo barrio, en un terreno de 400 m2.
Abanico de opciones
En cuanto a la composición de los rubros y la oferta, Péndola afirmó que la gestión de estos proyectos se propuso la incorporación de propuestas que no compitan entre sí y que puedan ofrecer al visitante una “estadía completa”. “Queremos propuestas para que la gente venga a merendar, luego a cenar o comer una picada y termine tomando un helado y un trago, acompañado de buena música”, apuntó.
Además, para incentivar la salida durante toda la semana se preparan promociones e invitaciones con ese objetivo.
“Debemos entender que Güemes no sólo es una propuesta de salida para los fines de semana, sino para todos los días”, dijo.
Eso es, además, parte de una estrategia comercial para paliar la caída de las ventas, en períodos de “seca” comercial.
“Tenemos que agudizar el ingenio y bajar políticas claras de promociones y descuentos. La gente sale menos, si no la atraés con un evento no sale porque cuida el bolsillo. O en lugar de salir tres días lo hace dos. O sólo sale a pasear y no consume”, detalló Péndola, que además ratificó que los comerciantes y las galerías deben apelar a la “creatividad”.
Potencial
En cuanto a la posibilidad de “barrer” otra zona para radicarse con esos formatos, Péndola consideró que Güemes es un barrio al que todavía se puede “explotar” y que su potencial, por fuera de los límites marcados, es muy alto si se tienen en cuenta por ejemplo el emprendimiento residencial El Pocito que se encuentra en marcha.
“Debemos lograr que Güemes cruce la frontera de Cañada, boulevard San Juan, Pueyrredón y Vélez Sarsfield. Además de que haya políticas públicas claras de revalorización del sector”, opinó.
Consultado acerca de la posibilidad de saturación del sector, añadió: “El desafío no es entre galerías, sino competir con la oferta de otros barrios. Que la gente asuma que es un polo gastronómico que puede ofrecer productos que no se encuentren en otras zonas y que por eso pueda traccionar otros públicos”.
Rentabilidad
En cuanto a la renta que genera una inversión en el desarrollo de galerías, Péndola destacó que es más alta que la que actualmente brinda la inversión en un departamento (cerca de 2% según los últimos relevamientos). “Nuestro negocio es alquilar o subalquilar por medio de contratos largos. Armamos el caso y al local lo monta cada inquilino. Tratamos de que el período de recupero sea el menor posible. No obstante, desde 2019 las ganancias se han achicado mucho. Buscamos que sea negocio no sólo para el inversor sino también para el inquilino. Y muchas veces, para conservarlo en este contexto hay que bajar el precio del alquiler y de las expensas”, explicó.