ESCUCHARAlcanzó un millón y medio de consultas y atenciones después de una expansión que insumió grandes inversiones. Ahora busca obtener una certificación internacional de calidad que sólo un pequeño número de centros de salud tienen en el país
Por Javier De Pascuale – [email protected]
Después de dos años de crecimiento, Sanatorio Allende se concentra en la gestión. Gestionar para sostener la demanda, para mejorar los procesos internos y para acrecentar la experiencia de los pacientes. La empresa familiar decana de la salud cordobesa cumplió la semana pasada 81 años de su fundación y respondió a la consulta periodística sobre el nuevo sanatorio a edificarse en el complejo Manantiales: “El sanatorio no está parado. Estamos siendo prudentes”, expresó en un evento organizado en el Windsor Hotel uno de sus directivos de la firma, Marcos Lozada.
Efectivamente, hasta ahora la futura nueva sede en el sur de Córdoba, a pesar de estar aprobada, está en dudas. O al menos deberá esperar. Antes que eso podrían incluso ampliarse las sedes de Nueva Córdoba y el Cerro de las Rosas, según revelaron en las últimas horas los directivos de Sanatorio Allende.
Donde sus responsables aceleraron es en los sistemas. A la nueva historia clínica, acaban de sumar mejoras en los buscadores internos, pusieron en marcha un programa de seguridad que busca bajar riesgos y crearon un programa denominado “Personas” que está realizando un diagnóstico profundo en cada una de las áreas y los servicios, pero centrado en la experiencia de los pacientes.
Certificación
Todo tiene que ver con la intención de la empresa de obtener la certificación de la Joint Commission International (JCI), la organización de mayor prestigio mundial en la acreditación de centros de salud. De este logro gozan apenas un puñado de establecimientos y empresas de salud argentinos.
La JCI evalúa cumplimentos de estándares en actividad asistencial, educación médica, investigación en personas, entre otros ítems, que explican los planes actuales del Allende.
Al respecto, la firma realizó apuestas muy grandes en los últimos años, riesgosas para lo que se ve en el contexto, ya que tanto la construcción de infraestructura, como el equipamiento para la salud se cotizan en dólares mientras que los ingresos de esos servicios son en pesos. Pero las apuestas les están saliendo bien. “Nuestra familia es muy conservadora y no nos deja tomar deuda, por suerte no tenemos deuda en dólares”, precisó a Comercio y Justicia Tomás Allende, director de la empresa.
En cualquier caso, el escenario obliga a la firma a doblegar prudencias. “A las empresas de salud que brindamos servicios hoy y cobramos en tres meses promedio (puede ser más) la inflación nos hace mucho, pero mucho daño. Ese contexto es lo peor que nos está tocando transitar”, explicó el ejecutivo.
“De todos modos -aclaró- veníamos con planes de largo plazo que exigían inversiones. El año pasado el sanatorio se amplió 33% en su capacidad, tanto en camas como en cada una de las unidades de producción de servicios. Y como estamos obsesionados con la calidad, hubo que invertir en gente, máquinas, tecnología para responder a esa misión. Y la gente busca eso, de modo que felizmente tuvimos la respuesta que necesitábamos para sostener la nueva oferta ampliada del sanatorio”, resumió Allende.
Personalización
Sobre lo que se viene y en una mirada a largo plazo, la familia es por demás cauta. “Venimos de ocho décadas en que la medicina cambió mucho y trabajamos para llegar a los cien años del Sanatorio Allende con los mejores servicios, pero si quisiéramos predecir cómo va a ser la medicina de los próximos años, no podríamos hacerlo. Sabemos que cambiará mucho, por lo tanto tenemos que estar muy atentos a qué es lo que viene, para tenerlo y manejarlo”, confiaron los directivos.
En ese camino, la empresa ahora se está equipando cada vez más para mejorar los diagnósticos. “Para caminar hacia una medicina personalizada, donde tratamos especificidades de las enfermedades en personas específicas”, dijeron los directivos. Todo lo cual implica invertir muchísimo en capacitación, no sólo en equipos. “En esta nueva medicina hay que aprender de nuevo”, dice Tomás Allende, médico además de ejecutivo.
No obstante, quizás el mayor desafío que enfrentan ahora es el manejo de casi 3.400 empleados que la institución tiene hoy. Hay que manejar ese colectivo. “Ese es el mayor desafío que tenemos: adaptar toda esa cantidad de gente a lo que tenemos, a lo que queremos, a lo que viene, sin bajar la guardia, mejorando calidad. Es muy complejo”, admitieron.
Recesión
Un momento complejo que obliga a la cautela
“No podemos hablar de oportunidad, aunque sí podemos prever que va a bajar la incertidumbre. Alberto Fernández está dando señales y va a tener que dar más, en breve. Estamos viviendo un momento muy complejo, puede haber oportunidades aisladas para algunos, pero para todos es un momento difícil en el cual todos tenemos que poner un poco para que sea menos difícil”, respondió Tomás Allende a la requisitoria periodística sobre los “brotes verdes” que pudiera dejar la crisis.
La familia que administra esta empresa de salud que realizó un millón y medio de consultas y atenciones en sus dos centros en lo que va del año, está obligada la prudencia al momento de tomar decisiones. “Cientos de empresas familiares cayeron y la nuestra sigue y crece”, reconocieron sus directivos.
“Dentro del complejo escenario que nos tocó vivir en 2019, ha sido un año en que hemos hecho muchas cosas, así que estamos muy contentos. Hubo un entorno que paralizó a mucha gente, pero nosotros veníamos con una inercia importante de 2018, en que terminamos muchas obras y este año había que ponerle gente, tecnología, recursos a esos espacios. Por suerte no cayó la demanda, la gente nos siguió buscando”, resumieron con respecto a lo que ocurrió este el año.
En números
La firma tiene 3.391 trabajadores, incluyendo más de 800 médicos y otro tanto de enfermeras. Acaba de cerrar un año de crecimiento, en el que amplió 6% su personal. En lo que va de 2019, con respecto a los números del año pasado, aumentaron 12,8% las consultas, 10,2% los estudios, 8,2% las atenciones por guardias, 7,5% las internaciones, 5,3% las cirugías, 6,2% los transplantes y 1,5% los nacimientos. “Fue un año de crecimiento en el que logramos lo que teníamos planeado y nos habíamos propuesto, y en el que nuestros clientes respondieron”, destacaron los responsables de la firma.
