Esta semana se cumplió un hito histórico en la historia constructiva de Córdoba; y es que el 22 de abril de 2004, la desarrollista y constructora Regam orquestó el traslado, completa y armada, de la tradicional Casa Giratoria que construyera Abdón Sahade, y que durante 53 años ocupó la esquina de calles Paraná y San Lorenzo, en el barrio de Nueva Córdoba.
La propiedad fue adquirida en 2003 por la empresa desarrollista y constructora Regam, propiedad del Ingeniero Martín Amengual, para erigir una de sus obras más emblemáticas: Torre Elysée, un complejo de tres torres que albergan a un total de 206 departamentos y tienen hasta 24 pisos con un Club House giratorio en la terraza, a modo de homenaje a la casa de la familia Sahade.
Emblema de la ingeniería local
El 10 de julio de 1951, la Casa Giratoria, una verdadera joya del ingenio cordobés, única en el mundo y construida con materiales tradicionales, comenzó a girar en su propio eje, marcando un antes y un después en la historia de la ingeniería local y que, además, le mereció un legítimo relieve a nivel nacional e internacional.
Con un sofisticado sistema de rotación que utilizó cajas reductoras de velocidad con engranajes mecánicos y puntales de hormigón que sostenían 16 ruedas de ferrocarril sobre las que apoyaba un riel circular y que le daba a la construcción una rotación de 360º a una velocidad cercana a un giro completo por hora. De este modo, los habitantes podían aprovechar al máximo las horas del sol.
Preservación y homenaje, una prioridad
La preservación de la Casa Giratoria siempre fue una de las premisas de la desarrollista Regam y es por ello que la empresa decidió donarla a la ciudad para su incorporación al patrimonio de los cordobeses.
Fue así que, luego de semanas de preparación, que contó con la participación de profesionales altamente calificados, el jueves 22 de 2004 con la ayuda de grandes grúas hidráulicas y un carretón con 128 ruedas computarizadas como transporte, se inició el operativo del traslado de la casa de 140 toneladas de peso.
El viaje duró un poco más de una veintena de cuadras hasta que llegó a su actual locación: el Museo de la Industria de la ciudad de Córdoba, que es donde se ubica desde entonces, como legado de una historia de ingenio y tenacidad y homenaje a quienes hicieron grande a esta ciudad.