Proveedores y mayoristas notificaron a los clientes más chicos cambios en las condiciones de pago. Hay acortamiento abrupto de plazos y las pymes no pueden cumplir compromisos
La suba del dólar se está reflejando duramente en la economía, particularmente en la economía pyme. El primer fenómeno, que se generalizó en los últimos días, es el acortamiento drástico de los plazos de pago.
El segundo es directamente el corte de la cadena. La imposibilidad para muchos emprendedores y para pequeños y medianos empresarios de hacer frente a cheques ya entregados disparó un aumento notable de la cantidad de valores rechazados, que ya venía creciendo a tasas de 50% en los meses precedentes y que ahora posiblemente estén duplicando ese porcentaje.
Durante la última semana, varios mayoristas advirtieron el duro panorama que atraviesa el sector comercial debido a la suba de la divisa estadounidense.
Un mail enviado por uno de los mayores fabricantes de productos de limpieza y aseo personal del país a clientes mayoristas y supermercadistas detalla a la perfección la problemática que atraviesan: les avisa que para recuperar el cheque rechazado antes debían regularizar lo adeudado mediante una transferencia bancaria.
La medida se toma en medio de un fuerte crecimiento de los rechazos de valores por falta de fondos.
En los primeros meses de 2018, llegó a 550.000 la cantidad de rechazos, 87.000 más que en el mismo lapso del año pasado.
En total, acumularon un monto de $21.000 millones, volumen 50% superior al delprimer cuatrimestre de 2017.
Incertidumbre
La crisis cambiaria, la inflación y la caída del consumo son flagelos que impactan negativamente tanto en el clima de negocios cuanto en el cierre de acuerdos comerciales entre los agentes económicos. La incertidumbre ahora domina la escena y los interrogantes avanzan más rápidamente que los negocios.
El gerente de una importante empresa mayorista relató a la prensa algunos pormenores que caracterizaron a los comercios estas últimas semanas:
• Algunas fábricas recibieron pedidos extras de sus clientes para evitar el incremento de valores. “La típica entrega a precio viejo antes del ajuste”, detalló.
• Lo que no pronosticaron es que sus ventas caerían. En algunos casos se habla de un verdadero desplome, por el que ahora no pueden hacer frente a las mayores compras de productos.
• Aquellas compras de tipo “defensivas” quedaron impagas en muchos casos. A eso se debe el incremento -al menos en parte- de la cantidad decheques rechazados.
• Las empresas que buscaban sacarse de encima stocks “invitando” a sus clientes a adelantar compras a precios “viejos”, terminaron enredadas en una estrategia en la que se quedaron sin los productos y sin el efectivo.
• Ante esto, algunos fabricantes líderes acortaron los plazos de pago de la mercadería. De los 30 días (máximo) que se permitía hasta la devaluación, la redujeron a la condición de 4 a 12 días.
• El Gobierno, mientras tanto, afirma que ya tomó nota de los problemas que empiezan a vislumbrarse por la incertidumbre y la menor actividad.
En abril, las ventas minoristas ya mostraban una leve tendencia bajista debido a la inestabilidad cambiaria.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Emporesa (CAME), las ventas de abril se contrajeron 3% en comparación con el mismo mes de 2017. La desconfianza de los consumidores se reflejó en un estudio llevado a cabo por la Universidad Di Tella: el Índice de Confianza al Consumidor (ICC) cayó 21% en relación con mayo del año pasado y 10% respecto de abril último.
La turbulencia cambiaria está teniendo un fuerte impacto en el ánimo y sobre todo en el bolsillo de los consumidores.
Con respecto a los cheques, vale aclarar que se toman solamente los cheques no pagados, que son mucho menos que los rechazados, ya que aquí entran también los que admiten pago diferido, o sea que fueron rechazados por algún motivo que pueden no tener relación con la falta de fondos: errores formales, como los rechazos que hacen algunos bancos públicos cuando hay paro bancario, ya que ese día técnicamente se está rechazando pero al día siguiente se acredita en el sistema y el cliente no necesita ir a cambiarlo, pero muchas veces lo deposita porque no se entera del paro.
El agravamiento paulatino de la crisis en las pymes acortó plazos y disparó 50% los cheques rechazados.
Pero “el viaje del dólar a la estratósfera” produjo la semana pasada una reacción en cadena de acortamiento abrupto de plazos y cambios de las condiciones de pago.
La reacción de proveedores y compradores mayoristas impactó de lleno en el mundo pyme, que sufre una crisis cada vez más intensa.