El consultor inmobiliario Damián Tabakman indicó que éste es el momento oportuno para que los desarrollistas compren grandes porciones de tierra y comiencen a construir.
“Éste es el momento para comprar terrenos”, dijo en alusión al futuro cambio de gobierno. “Los desarrollistas comienzan a posicionarse en tierras y si aparece un buen terreno es un momento apto para aprovecharlo”, añadió.
Recordó que en los últimos meses, en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires se vendieron grandes dimensiones de tierra, entre estaciones de servicio, garajes, un terreno que pertenecía a un colegio religioso, un restaurante y un laboratorio, donde se construirán edificios. Añadio que tanto bancos como empresas de consumo masivo invirtieron en ladrillos.
“La tierra buena siempre es escasa. Cuando se encuentra un buen lote hay que aprovecharlo. Es más fácil comprar lotes a precios accesibles con un contexto como éste, que hacerlo en un contexto de boom inmobiliario cuando los terrenos son más caros”, explicó Tabakman.
Previo a la suba de costos
El cambio de gobierno puede traer aparejada una suba de los costos de la construcción medidos en dólares billetes, por lo que, insistió, es momento de “comenzar a construir” para aprovechar un año de avance de obra con costos más atractivos.
En esa línea, sostuvo que en los últimos tiempos se registró “algún repunte” en la obtención de permisos de edificación en la ciudad de Buenos Aires y de encomiendas profesionales registradas en el Consejo Profesional de Arquitectura. Como en toda época de crisis, las que perduran son las empresas de trayectoria, mencionó que se observa el movimiento de “desarrolladores con inversores grandes y sofisticados”. Por lo contrario, remarcó que no se registran inversores minoristas, por ejemplo, que antes compraban un terreno y luego lanzaban la preventa de proyectos.
Describió que las últimas transacciones de grandes terrenos fueron adquiridas al contado o con cedines. “Los que tienen cedines quieren aprovecharlos y los aplican en las compras de terrenos”, apuntó.
También señaló que como modalidad de venta no se aportaron terrenos a cambio de metros cuadrados del futuro edificio, tal como se solía hacer anteriormente.
Respecto del desarrollo del plan ProCreAr, sostuvo que “tiene un volumen enorme”, especialmente en el interior del país, y que concentra la oferta de crédito hipotecario que fuera de ese plan es “marginal”.