Todos los años, el sector espera el invierno para fortalecer sus márgenes pero esta vez se vio golpeado por la baja del consumo. Los volúmenes comercializados disminuyeron hasta 30% y los precios aumentaron similar porcentual. El consumidor opta por menor cantidad y productos más económicos
Por Laura Pantoja – [email protected]
Ni las bajas temperaturas ni los precios más económicos logran que las ventas de pastas mejoren el desempeño de otros años, lo que deja claro que el sector también es golpeado por la caída del consumo y la pérdida de la rentabilidad.
Este panorama fue confirmado a Comercio y Justicia por Jorge Cabrera, presidente de Camara de Pastas y Afines de la Provincia de Córdoba, quien indicó que la caída del volumen de ventas en relación con el año anterior oscila entre 25% y 30%.
“Vendemos porque estos meses de mucho frío ayudan, además hay productos que por sus costos y componentes son muy económicos y tienen mucha salida, pero no alcanza para equilibrar el nivel del año pasado”, dijo el empresario, quien tiene 38 años en el rubro.
Cabrera explicó que el sector no escapa a la realidad que sufre el resto de los comercios, pese a ser parte de un sector “privilegiado” porque pertenece al rubro de alimentos, en el que el consumo es de primera necesidad.
“El consumidor cuida mucho el bolsillo: cuando antes venía y compraba cuatro cajas de ravioles caseros ahora compra tres o decide no llevar elementos adicionales como salsa o queso”, afirmó.
Dueño de Pastas El Marqués, el empresario precisó que el año pasado por fin de semana la empresa fabricaba 5.000 cajas de ravioles y este año, en el mismo período, elabora 3.500.
La otra opción por la que se inclina el consumidor es la pasta más económica, rellena con complementos como rebozadores con caldo de verdura o carne.
Con todo, el empresario aseguró que el consumo viene perdiendo rentabilidad desde hace dos años y medio y que este año ha registrado su mayor pico de caída.
Esta situación, que se suma a los aumentos de los costos en términos impositivos, salariales (paritarias de 20% con reintegros en tres partes) y de insumos como la suba de la harina de 80% en seis meses, llevan al sector a una pérdida de rentabilidad que es cada vez más preocupante.
No obstante, según dijo Cabrera, como parte de una estrategia para no perder ventas, el traslado de esos costos no se hacen de manera lineal, y afirma que los comercios absorben gran porcentaje de las subas.
“Los precios de las pastas han aumentado 30% este año”, precisó, y señaló que los comerciantes “entienden” la realidad del consumidor y por eso no pueden pretender que éste cargue con las subas de gran parte de la cadena de valor.
Si bien la situación no es alentadora, aseguró que hasta el momento sólo ha tenido el reporte de una fábrica cerrada -con empleados indemnizados-. “En estos casos, sucede que con la indemnización compran sus propias máquinas de pastas y se ponen a fabricar en el garaje de la casa”, indicó. Aunque destacó que existe una tendencia de mayor clandestinidad que se incrementa en el sector.
“La informalidad es muy común, atentando contra los que estamos registrados, pagamos los aportes y los altos impuestos”, amplió, y aseguró que este tipo de fabricantes son “indetectables” porque trabajan como cuentapropistas y en la “cocheras de sus casas”.
Precios
Cabrera afirmó que las cajas de ravioles caseros tienen un piso base de $110 en algunas fábricas, mientras en otras los precios se duplican si se utilizan políticas de venta y producción diferentes.
El valor mínimo de los sorrentinos trepa hasta $180 en las versiones más gourmet, como salmón y muzzarela. Los productos más económicos, también fabricados de manera semiartesanal, oscilan en $60.
La Cámara de Pastas nuclea a más de 270 fábricas en toda la provincia, desde las más pequeñas hasta las grandes, como Otonello y Danal, entre otras.
Escalada
Cabe recordar que durante el primer semestre los alimentos de la canasta básica que más subieron fueron la harina, pastas secas y polentas, según un informe de Focus Market, que sostuvo que entre enero y junio las mayores subas fueron para Harina (83%); Pastas secas (33,3%); Tapas de empanadas (22,9%) y Pastas frescas (20,8%); entre otros.
Cuando antes los fines de semana fabricaban 5.000 cajas, ahora sólo elaboran 3.500.
Las ventas han disminuido pese a ser un sector alimentario y con productos económicos, que en algunos casos llegan a $60.
Hasta el momento se ha reportado el cierre de una sola fábrica. Abundan los cuentapropistas.