Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta electa de México al imponerse con contundencia en las elecciones más grandes en la historia del país. Por estos días, aquel país se encuentra en el ojo de los inversionistas ante los resultados de las elecciones.
La elegida por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador para sucederlo, llega a la presidencia con datos frescos de lectura sobre el contexto para las inversiones externas.
Un informe destaca que existen normas en el país que contribuyen, en gran medida, a la dificultad de hacer negocios.
De acuerdo con la 11ª edición del Índice Global de Complejidad Empresarial de TMF Group, proveedor de servicios administrativos, México se encuentra entre los principales países con más complejidad para invertir. Por tercer año consecutivo, se posiciona en el cuarto lugar del top ten.
En el caso de México se explica por la existencia de normas que contribuyen en gran medida a su complejidad, por ejemplo, el tiempo que se tarda una persona en abrir una cuenta bancaria y los diferentes requisitos para obtener un visado de trabajo.
Por otro lado, México logró mostrar avances en la digitalización con sistemas como la facturación electrónica y las firmas electrónicas, que simplifican la contabilidad.
Además se está trabajando en mejorar los requisitos de prevención de lavado de dinero para aumentar la confianza de los inversores, aunque esto a la par significa mayores auditorías para las empresas.
Por otra parte, las empresas que operan en México enfrentan dificultades para encontrar mano de obra calificada, largos procedimientos para establecer una empresa, con muchos elementos que cumplir y requisitos fiscales poco claros.
Cabe resaltar que el Índice Global de Complejidad Empresarial de TMF Group contempla 79 países representativos de 93% del PIB mundial y 88% de los flujos globales netos de inversión extranjera directa (IED), y analiza 292 indicadores anuales.