Como resultado de inversiones en nuevos lanzamientos, la fábrica cordobesa de juguetes aumentará 4% su fabricación. Sostendrá 50% la concentración de unidades made in Argentina. El mercado del juguete se mantendrá
Mar-Plast, único fabricante de grandes de volúmenes de juguetes en Córdoba, con más de 35 años de trayectoria, proyecta aumentar su producción nacional entre tres y cuatro por ciento, gracias a las nuevas inversiones en lanzamientos, previstas para este año. De igual modo, aspira a continuar concentrando la mitad de sus ventas en la fabricación nacional, en el marco de las políticas económicas que siguen restringiendo el ingreso desmedido de juguetes importados.
Así lo confirmó a Comercio y Justicia Alberto Stekelberg, presidente de la compañía, quien adelantó que el crecimiento se deberá más a la diversificación de sus productos que al crecimiento propio del mercado general del juguete.
“El mercado del juguete se va a mantener, entiendo que se van vender las mismas cantidades que el año anterior, no hay perspectivas de que el salario vaya a aumentar más que la inflación como para que el consumidor decida gastar más”, explicó.
Inversiones
La firma anualmente invierte en nuevos productos para mantenerse actualizada y responder a las demandas de sus clientes mayoristas y comercios jugueteros. El año pasado lanzó tres nuevas líneas de didácticos, y para el año en curso proyecta hacer juguetes de plástico con diseño modernos, colores brillantes y funcionalidades que responden a mejores tecnologías en fábrica. “Vamos a invertir en nuevas matrices que duran entre 40 y 50 años, y que amortizamos en 15 años. También en cajas, troqueles y blisters para tal fin. Lo haremos en vísperas del próximo Día del Niño”, adelantó.
En la actualidad, la empresa cuenta con 250 ítemes -entre rodados, correpasillos, triciclos, muñecas y accesorios, juegos de mesa, educativos y de construcción y puzzles-, con sus reconocidas marcas como Fiorella, San Remo e Ybaby.
“Nuestra capacidad de producción depende del mercado, nos vamos adaptando a los pedidos de nuestros clientes”, explicó Stekelberg. Estas apuestas le permitirán a la empresa aumentar de tres a cuatro por ciento su fabricación nacional, porcentaje de crecimiento que también se registró el año pasado en relación con 2014.
La réplica
La empresa también comercializa juguetes importados que por limitaciones tecnológicas no se pueden fabricar en el país. Del total de sus ventas, la mitad es juguete importado y el resto, de líneas nacionales.
“Este equilibrio es posible gracias a las restricciones generadas por el gobierno anterior y mantenidas por el actual, respecto al cupo de importación. Ahora los importadores pueden comprar en el exterior sólo 10% de lo que habitualmente adquiría con anterioridad a la disposición. De mantenerse estas disposiciones, la industria nacional podrá seguir creciendo y conservando su mercado; de lo contrario, se vería reducida a 10%”, explicó el especialista.
Advirtió de que si cambia el panorama, será imposible competir con los juguetes chinos. “A nosotros nos cuesta un dólar armar un juguete, por ejemplo, y ellos lo vende a 0,80 centavos de dólar, con lo cual, de querer exportar, ya estaríamos perdiendo 20%”, graficó.
Coordenadas
Mar-Plast -fábrica y distribuidor mayorista- se encuentran en Av. O’Higgins 3151, donde emplean a cien personas. Comercializa sus juguetes a más de 220 mayoristas en todo el país y a minoristas. En Córdoba, es la única fábrica de grandes volúmenes. Otros “jugadores” de similares características se ubican mayormente en la provincia de Buenos Aires.
No obstante, sí existen en Córdoba pequeños fabricantes de otros tipos de juguetes, más relacionados con el diseño y de otros materiales como cartón o madera, que tienen su propio mercado.
La venta se mantendrá . Se acentúa la tendencia a juguetes baratos
La venta en cantidad de unidades se va a mantener igual que el año pasado y aumentará la tendencia a la compra de juguetes más baratos. “El comprador no está dispuesto a gastar más. Sus salarios no aumentan más que la inflación”, explicó Alberto Stekelberg. “El comprador que va a una juguetería de barrio puede conseguir juguetes más económicos, que rondan entre $100 y $150. Pero si van a los shopping no los van a encontrar porque éstos no están interesados en este tipo de consumidor”, añadió.