Es sabido que el uso de fertilizantes e insecticidas daña el suelo, y también, que el sistema de riego utilizado por la agricultura tradicional muchas veces no garantiza agua libre de contaminación.
Esto, sumado a la tendencia de lo “saludable” y “ecológico” que poco a poco integra la conciencia colectiva, están creando un mercado “incipiente”, pero con amplias expectativas de crecimiento, en materia de cultivos hidropónicos.
La hidroponía es una técnica que impide la agresión del suelo, utiliza un sistema de circulación cerrado de agua que facilita su uso acotado y permite “obtener hortalizas limpias y sanas”. A su vez, implementa un sistema de envasado que permite una conservación duradera (se envasa con raíz).
Este método elimina de la agricultura los efectos estacionales y permite sistematizar su producción. “La ventaja principal para elconsumidor de hidroponía es que compra un producto estable en calidad y precio durante todo el año, lo que arroja en el promedio un producto conveniente económicamente”, dijo a Comercio y Justicia Marcela Laura Heinze, una de las fundadoras de Abuela María, empresa dedicada a la elaboración de lechugas hidropónicas.
Además de esta firma, en Córdoba estos cultivos cobran posicionamiento de la mano de otro grupo productor de envegadura, ubicado en la ciudad de Córdoba, y de pequeños emprendimientos. Abuela María nació hace un año en Huerta Grande, produce 20 mil unidades de vegetales por mes -entre lechuga, achicoria, rúcula, berro, radicheta y otros- que comercializa en las sucursales del Hipermercado Libertad. Con más de 20 empleados en acción, el objetivo de la empresa es duplicar la producción para fines de año.
El mantenimiento y elaboración de estos alimentos son posibles gracias a una fuerte inversión en tecnología y en infraestructura. Abuela María destinó 200 mil pesos, que incluyeron la instalación de un invernadero de tres mil m2 que permite el control de los agentes externos (viento, lluvia, sol); un sistema de aire acondicionado frío-calor; cableado para provisión de energía y reserva de agua con controles de calidad. El consumo de vegetales hidropónicos es alto en Brasil, Perú y México, en tanto en Argentina es una tendencia en alza. Pasa por una cuestión de concientización y de hasta economía. “Aunque siempre habrá una diferencia de precios entre el cultivo tradicional y el alternativo, éste, además de ofrecer un alto contenido en vitaminas y nutrientes, no tiene desperdicio y dura casi una semana en la heladera”, explicó Heinze.