martes 5, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Llega un Día del Niño con ausencia de los últimos juguetes importados

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La Secretaria de Comercio de la Nación impulsa la sustitución de importaciones, para mejorar la balanza y proteger la industria local.

Los juguetes importados que se vendan para el Día del Niño de este domingo no serán los últimos del mercado internacional. Ello debido a las restricciones impuestas por el Gobierno  a instancias de los fabricantes nacionales y también por acuerdos con grandes empresas compradoras.

La sustitución de importaciones en la industria del juguete experimentó un fuerte avance con la firma de contratos entre empresas nacionales y cadenas de comida rápida, golosinas y lácteos que utilizan juguetes en sus promociones para esta  celebración y otras fechas festivas.

Según Miguel Faraoni, titular de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, los convenios de provisión de juguetes nacionales “llegarán a millón y medio de pesos”.  Los acuerdos fueron apalancados desde la Secretaria de Comercio del Gobierno nacional.

“La cadena Burger King comenzó a  comprarle juguetes a la firma Antex; McDonald’s a Zott; Danone a  Mascorema”. Ferrero (de los huevos Kinder) ya trabaja con la firma del mismo Faraoni y Lo Menzo.
El empresario dijo: “Nos compran bienes nacionales cuando siempre sus productos contenían juguetes importados”. Faraoni señaló que los contratos “permiten detener un poco el impacto de las importaciones. En los seis primeros meses de 2010 ingresaron al país 40% más de juguetes que en el mismo período de 2009” .

Igualmente,  los fabricantes locales  estiman que habrá  un gran volumen de juguetes importados en el Día del Niño. Hoy existe un mercado compuesto en 65% por juguetes importados y 35 % de producción nacional”, afirmó Faraoni.

La Cámara de la Industria del Juguete continúa, de acuerdo con declaraciones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con la búsqueda de empresas que se sumen a la sustitución de importaciones, en un sector en el que “el volumen de compras al exterior es importante y además es difícilmente reemplazable porque hay juguetes que no se hacen en el país, aunque podemos ir mejorando”, expresó Faraoni.

Barbie, primera baja de guerra
La batalla entre jugueteros e importadores tiene como principales bajas a Barbie, Toy Story y Shrek, las primeras    “víctimas” de la  contienda.  De la mano de las ofertas con tarjetas, el sector estima que este año los supermercados y las cadenas de jugueterías, en su conjunto, venderán 20% más que en 2009.

Sólo que en esta oportunidad, las últimas novedades extranjeras no estarán en las vidrieras de los comercios del país.

La industria del cine presentó para esta época dos superproducciones, Shrek 4 y Toy Story 3.  Estas películas suelen estar acompañadas de un gran arsenal de merchandising. “Los  consumidores van a encontrar algo de stock, pero como las empresas no pudieron importar, en la medida que pretendían, los volúmenes no van a llegar a satisfacer la demanda”, explicó la Asociación de Empresas del Juguete y Afines (Adeja).

Carlos Restaino, directivo de esa entidad,  advirtió que la clásica Barbie, fabricada por Mattel en China, tendrá este problemas. Las muñecas estarán en el mercado local, pero “no van a encontrarse todas las variedades que puede ofrecer realmente la compañía”, en alusión a las últimas creaciones.  La  batalla que se libra por este comercio no dispone de un botín despreciable. Está en juego un monto que supera $1.200 millones.

Ochenta por ciento de los juguetes importados proviene de China, lo cual agregará un ingrediente más a la disputa comercial con ese país. Para los importadores están volviendo los férreos controles que quitan previsibilidad al negocio y generan pérdidas a quienes no pueden ingresar productos al país. Incluso, vuelven a alertar sobre la existencia de contenedores frenados en la Aduana.

El sostenimiento y refuerzo de las barreras proteccionistas forman parte del plan del Gobierno para sustituir importaciones, teniendo en cuenta el  cada vez más  pobre desempeño de la balanza comercial. También se busca impedir la fuga de dólares con la compra en China o Brasil, de bienes que pueden reemplazarse localmente.

El principal argumento para el gobierno lo dio la propia  Cámara de la Industria del Juguete (CAIJ). “Los impotadores mostraron su descontento, pero no dicen que tienen en sus manos 65% del negocio, mientras que sólo el 35% restante queda para los fabricantes nacionales”, apuntaron.

Ausencias

– Ni el merchandising de dos superproducciones cinematográficas -Shrek 4 y Toy Story 3- ni las últimas versiones de la Barbie estarán en las vidrieras.

– El mercado argentino del juguete mueve 1.200 millones de pesos al año, con 65% importado y el resto de fabricación nacional.

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