Lo confirmó un estudio del INTA junto a una organización de profesionales de costos. Las más grandes rozan el equilibrio, mientras que las pymes se contraen. Hacia el futuro, todavía hay esperanza en la recuperación de ventas
Las pymes lácteas argentinas registran pérdidas económicas en los últimos quince meses –desde agosto de 2017– porque no tienen escala suficiente para poder cubrir los costos en la actual coyuntura, según indicó un informe realizado por el Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El “valor de referencia de demanda” en septiembre de este año en las grandes empresas lácteas (fundamentalmente las que integran el CIL, Centro de la Industria Lechera) fue de 8,15 $/litro, versus un valor promedio ponderado pagado al tambero de 8,08 $/litro durante ese mes, precisó el trabajo.
El “valor de referencia de demanda” expresa la capacidad de pago teórica por litro de leche cruda por parte de las industrias en condiciones normales de operación y para una situación de “nivelación” en los resultados de la empresa, es decir, sin margen de renta alguno (o renta cero).
De este modo, el estudio confirma que la actividad industrial láctea no tiene margen de ganancia; situación que se suma a la realidad de los productores tamberos, eslabón anterior de la misma cadena, para quienes el costo de producir un litro de leche supera actualmente diez pesos, cuando la industria no paga más de 8,50 pesos por litro.
Es decir que este sector, el primer eslabón de la cadena, pierde con la producción mientras el segundo apenas alcanza a rozar una ganancia ínfima, cuando lo logra. Todo el conjunto de actividad trabaja de este modo tratando de llegar al punto de equilibrio, sin lograr rédito alguno.
Esta situación se expresa además en otros datos, que reflejan la gravedad del día a día de la actividad lechera argentina.
La cordobesa La Lácteo es un buen ejemplo de la situación. Desde mediados de septiembre a la fecha se registraron 2.491 cheques rechazados de esta firma por un monto total de 147 millones de pesos, según registros del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La compañía, integrante del CIL, es la tercera láctea de escala mediana a grande que manifiesta problemas financieros en el último año (las dos primeros fueron SanCor y La Suipachense).
En el caso de pymes lácteas (que operan con distribución regional y están integradas mayormente en Apymel), el valor de referencia en septiembre pasado fue de 6,73 $/litro, monto que representó una pérdida promedio de $1,34 por litro elaborado. En octubre –con un valor promedio nacional pagado al tambero de 8,42 $/litro– se habrá registrado un margen de pérdida similar, que confirmará el mismo estudio cuando se difunda. En el fondo, afecta totalmente a la industria la caída de consumo en el mercado interno, cercana a 40% para los últimos tres años.
Las industrias lácteas están registrando muchas dificultades para trasladar aumentos de costos a los consumidores del país, ya que la mayor parte de la oferta de leche se consume en el mercado local. En los últimos tres meses, la inflación de la “canasta láctea” se ubicó diez puntos por debajo del ajuste del promedio general de alimentos.
En lo que respecta a la producción de leche, el costo promedio en Buenos Aires –donde se localizan los tambos de mayor escala productiva– fue en septiembre pasado de 8,39 $/litro, mientras que en el caso de Santa Fe y Córdoba se ubicó en 9,75 y 9,85 $/litro, respectivamente.
Para Daniel Villulla, de Caprolec (Cámara local de Productores Lecheros), “vamos a salir, es una empresa muy difícil pero lo haremos”. El dirigente precisó que para los próximos meses “el clima parece que nos jugará más a favor que el año previo. Y eso no es poco; el consumo interno de lácteos ha caído pero será uno de los primeros en recuperarse”; y, finalmente, “las exportaciones ayudan en la coyuntura, aunque sin la fuerza que esperábamos”, agregó. “Las demandas interna y externa prevalecerán sobre nuestra oferta. Y eso permitiría sostener el proceso de recuperación de los precios, si se logra estabilizar el dólar”, precisó el dirigente de los productores lecheros cordobeses.
Esperanza en el futuro
La expectativa es que el clima de los próximos meses ayude a la recuperación de la producción de leche.
El buen tiempo es el punto de partida. Pero la estabilidad del dólar es el factor clave para la sobrevivencia del sector.
En perspectiva, la recuperación del consumo interno es lo que podrá consolidar el futuro lechero.