ESCUCHARLa industria nacional juguetera está cobrando mayor protagonismo tras las restricciones a las importaciones fijadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que rigen no sólo para juguetes sino también para el rubro textil y de maquinaria agrícola, entre otros.
Cuando hace más de dos años la fabricación local de juguetes perdía la pulseada contra la venta de importados en el mercado -en un orden del 30 al 70%- hoy se equilibra en porcentajes iguales.
Aunque es una tendencia que se viene revirtiendo con el tiempo, hoy se puede decir que está traccionada por las “trabas” de Moreno. “Es difícil saberlo porque se liberan los juguetes importados en cuenta gotas y además los comerciantes pueden contar con sobrante de stock de otras temporadas, pero me atrevo a decir que hoy el mercado está en 50% de producción local contra el mismo porcentaje de importación”, estimó un referente del sector, Alberto Stekelberg, vicepresidente de Mar-Plast.
Para las empresas que son fabricantes y comerciantes de juguetes, la decisión nacional no se traduce en perjuicio. Si bien reconocen que es real la escasez de los juguetes publicitados -por caso, los de marca, como las muñecas Barbie de la compañía norteamericana Mattel, los que tienen componentes electrónicos, como los walkie-talkie y los autos a control remoto-, los actores locales suplen ese “faltante de stock” con otras propuestas.
“Hemos lanzado nuevos productos de alta calidad o premium – de entre 100 y 150 pesos- en lugar de objetos caracterizados por unabuena relación calidad/precios, tal como veníamos haciendo antes”, explicó Stekelberg.
“Es muy simple: si no hay juguetes importados, tanto el comerciante como el consumidor se dedicará a suplir con las propuestas existentes ”, dijo el directivo. En este sentido, aclaró que no se trata de reemplazar el producto importador por otro nacional del mismo tipo, sino de “suplir el faltante de stock con otros objetos nacionales”.
En este punto, indicó que la industria nacional todavía no está capacitada para fabricar juguetes que incluyan mecanismos electrónicos, como los que se compran en China.
“La balanza ha cambiado a favor de la industria nacional”, coincide Julio César Maquiaveli, de Mac Toys, fabricante y distribuidor de juguetes con plantas en Córdoba y Buenos Aires.
La empresa también aumentó su capacidad de producción para completar su stock. Claro, que con 35 años “de cintura” en el negocio, ha sabido invertir lo suficiente para sortear este tipo de situaciones y alcanzar una capacidad suficiente.
“Estoy conforme con esta política de restricción porque favorece la industria nacional”, enfatizó el empresario, aunque admitió que la rentabilidad, en su caso, se retrae porque es “mucho más díficil y engorroso fabricar un juguete que importarlo”.
En esa dirección, el directivo de Mar-Plast coincidió en que el proceso de fabricación es más complicado (diseño, selección de materiales, análisis, etc.) que el de importación, pero explicó que los costos son iguales. “Entre los aranceles de importación y la logística, traer un juguete de China cuesta lo mismo que fabricarlo aquí”, afirmó.
Vísperas de comerciantes
Las jugueterías locales estiman que por las restricciones, el stock de juguetes importados ha caído casi 50%. Sin embargo, al igual que los fabricantes, llen
