El mes de julio resulta una buena oportunidad para visitar Brasil y disfrutar de fiestas y grandes muestras musicales en un país en el cual algunas regiones experimentan frío polar, mientras que otras viven un verano perpetuo. En todas, sin embargo, existen buenas opciones para una inmersión en la naturaleza y cultura.
Por ejemplo, en Campos de Jordão, a 165 km de San Pablo, durante este mes se celebra el Festival Internacional de Invierno, uno de los encuentros de música clásica más reconocidos de América Latina que incluye decenas de recitales en su mayoría gratuitos.
En Río de Janeiro, donde por estos días la temperatura ronda 24 °C se pueden realizar las actividades al aire libre como ciclismo, escalada, senderismo, footing, beach voley, canotaje, fútbol de playa, entre otras, sin sufrir las altas temperaturas, que suelen promediar 35 °C durante el resto del año. También en esta época, se lleva a cabo el Festival de Río 2023, un encuentro con estrellas de todos los géneros.
Otro atractivo imperdible es el ascenso a la Roca del Telégrafo, situada en el Parque Estatal de Pedra Branca, en Barra de Guaratiba, para ser realizado junto con guías.
Por otro lado, vale la pena visitar la ciudad de São Joaquim, en Santa Catarina, donde las temperaturas en julio y agosto caen debajo de cero grado, y se lleva a cabo el Festival de Invierno que incluye música, recitales literarios, rallies y circuitos de enoturismo.
Gramado también es uno de los destinos invernales más conocidos del país, y su punto álgido del invierno es el tradicional Festival Internacional de Cine, que se lleva a cabo en agosto. Vale tener en cuenta que Argentina ofrece 1.333 vuelos mensuales, directos o con escalas, a diversas capitales brasileñas desde Buenos Aires, Bariloche, Córdoba, Mendoza, Rosario y Salta.