A pesar de que el Estado promovió el otorgamiento de crédito subsidiado por medio de diferentes programas, durante 2013 el sistema bancario no pudo satisfacer completamente la demanda crediticia de pymes industriales inversoras, por aproximadamente 6.300 millones de pesos.
“En los últimos años, los progresos del sistema bancario sobre el segmento pyme han sido notorios por medio de fuertes estímulos de programas públicos que orientaron una proporción significativa de los ahorros para el financiamiento de proyectos productivos.
Concretamente en las pymes industriales, el mejor acceso a recursos bancarios se refleja en una creciente participación del financiamiento de los bancos en las inversiones de las empresas”, asegura el último informe especial producido por la Fundación Observatorio Pyme (FOP) y titulado “Acceso al financiamiento y crédito en pymes industriales”.
No obstante -continúa el estudio- las políticas públicas de reorientación de créditos y modificación de sus condiciones contractuales, así como la aplicación de subsidios a préstamos bancarios no puede sustituir adecuadamente la existencia de un sistema bancario grande. “Con depósitos bancarios de aproximadamente 21% del PBI, el crédito a empresas industriales tendrá siempre un límite estructural insuperable, originado en la baja capacidad prestable de las instituciones financieras y en las deseconomías de escala que ello genera”, resalta FOP. El informe señala, además, que si bien las iniciativas públicas son bienvenidas (como la Línea de Crédito a la Inversión Productiva o el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario) y contribuyen a mejorar las condiciones de inversión, “no debe perderse de vista que es la recuperación sostenida en el tiempo del Peso, como reserva de valor y unidad de cuenta, la solución estructural al problema de la falta de financiamiento”.
“Si bien estas líneas de crédito actualmente se encuentran vigentes, resulta primordial asignar mayores montos, pero a la vez trabajar en las condiciones de acceso de las empresas dado que, como se evidencia, hay una fuerte reticencia a demandar dichos programas pero, a la vez, hay proyectos de inversión frenados por montos significativos”, completa FOP.
Un dato a resaltar es que 26% de las pymes industriales tiene proyectos frenados por falta de financiamiento bancaria, cuyos montos totalizan (estimativamente) $11.700 millones, de los cuales $6.300 millones (54% del total) corresponden a empresas actualmente inversoras, lo que sugiere que efectivamente podrían mejorar sus planes productivos de acceso a mejores condiciones crediticias.
Por otro lado, el estudio destaca que en 2013 las pymes industriales demandaron créditos a largo plazo por aproximadamente $10.100 millones, de los cuales se otorgaron casi $9.000 millones cuyo destino fue principalmente el financiamiento de capital de trabajo y la adquisición de maquinaria y equipo.
“Todavía se observa un amplio espacio para el crecimiento del entramado industrial pyme y un margen para incrementos de productividad que están en las carpetas de los propios empresarios”, asegura el informe.
“No obstante, aun trabajando en el corto plazo por medio de ampliaciones de las líneas para el crédito productivo, cabe destacar que la situación económica y el nivel de incertidumbre condiciona las decisiones de inversión de los empresarios”, completa.
Actualmente, la propuesta de renovación y ampliación de los programas públicos se enfrenta con la actual reticencia de las empresas a iniciar procesos de inversión en el contexto recesivo, pero vale probar fomentando el acceso a financiamiento barato mediante las nuevas líneas, dice el informe. Aunque sólo un tercio de las empresas tome el crédito ofrecido, siempre y cuando éste tenga impacto sobre la producción de bienes locales, entonces ayudará a disminuir en alguna magnitud el escenario recesivo de las pymes.