ESCUCHAREl uso de biocombustible es para evitar los gases invernaderos, pero un estudio europeo dice que la producción de soja contamina.
Una normativa europea que entrará en vigencia a fin de año dejará fuera al biodiésel argentino en ese continente, si antes no se modifica esa legislación. El Parlamento europeo sancionó en abril del año pasado la directiva 28/2009, que establece el marco para el fomento de la energía de fuentes renovables en los países de la UE.
Una de las normas señala que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivada de biocombustibles debe ser como mínimo de 35% con respecto a los combustibles fósiles que se reemplacen. Sin embargo, se especifica que el ahorro de los carburantes derivados de la soja sólo consiguen 31 por ciento, lo que margina los productos argentinos. El estudio europeo considera toda la contaminación que ocasiona el ciclo de la soja para llegar a ese balance energético. Incluye la siembra, empleo de gasoil, fertilizantes, costo del transporte, gasto de energía en la planta industrial para procesar el aceite, entre otros. Ante esto, Argentina ha realizado intensas gestiones ante la Comisión Europea para mantener durante los próximos años la exportación de biodiésel de soja con destino a la Unión Europea (UE). Este mercado es hoy el único destino del biodiésel argentino y significó el año pasado ingresos a los productores por US$ 900 millones.
Pero, para los técnicos europeos que consideran la emisión global, no tiene sentido utilizar biodiésel si su obtención causa también una importante contaminación. La reglamentación europea entrará en vigencia en diciembre de 2010 y significaróa el cierre de este mercado.
Ante ello, una delegación argentina de técnicos, científicos, funcionarios y empresas, en representación del Ministerio de Agricultura, el Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria (INTA) y la Cámara Argentina de Biocombustible (Carbio), se reunió con el Centro Común de Investigaciones (CCI) y con la Dirección General de Energía de la Comisión Europea para presentarles un estudio en el cual se demuestra que los valores de ahorro de emisiones de GEI son superiores a 75 por ciento. No se descarta en el futuro la aplicación de nuevas normas internas para producir biodiésel.
Los investigadores del CCI señalaron que está ultimando la revisión de los valores establecidos y que sus conclusiones serían remitidas, a la brevedad, a la Dirección General de Energía de la Comisión Europea para su consideración. Según datos aportados por la Cámara Argentina de Energías Renovables, la Argentina exportó el año pasado 1.200 millones de toneladas de biodiésel, lo que corresponde a la producción total que elaboró la industria. Se destaca que 100% tuvo como destino la UE.
El producto tiene una retención de 20% y en 2009 los ingresos para el fisco fueron de US$ 180 millones; para 2010 se estima un aumento de 44 por ciento.
