ESCUCHARLa industria tuvo un leve repunte; sin embargo, la Unión Industrial local dijo que todavía no hay una evaluación clara sobre el escenario actual y se carecen de previsiones para los próximos meses. Hubo mucho aguinaldo en cuotas
Las industrias entrerrianas manifestaron «un leve repunte» de su producción y ventas durante junio, principalmente de los sectores no esenciales quienes debieron interrumpir totalmente sus trabajos por la pandemia de coronavirus, informó ayer la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER).
Asimismo, el área de monitoreo industrial de la UIER explicó en su informe que «no hay una evaluación clara» sobre el escenario actual, y «se carecen de previsiones» para los próximos meses. La UIER aseguró que en el ámbito industrial «persiste una gran incertidumbre» para los próximos meses, en un escenario «extremadamente dinámico y complejo».
En el sexto mes del año, los rubros esenciales pudieron «continuar trabajando sin interrupciones y con mayor capacidad para sobrellevar la situación». En tanto, algunos rubros no esenciales registraron un «cambio de tendencia favorable» que generó un «alivio para sostener las empresas», señaló la entidad.
Respecto del pago del medio Salario Anual Complementario (SAC) o aguinaldo, la UIER alertó que muchas empresas no esenciales debieron recurrir a préstamos, créditos y al Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) nacional, o al pagos en cuotas, al igual que en Córdoba.
La fabricación de acoplados, semiacoplados y vehículos se reactivó en una «situación dispar y compleja, sin poder recuperarse totalmente», con empresas que aumentaron 30% en producción y hasta 80% en ventas, pero otras que sufrieron caídas.
Las empresas de fundición de metal presentaron caídas de hasta 50%; la producción de biodiésel continúa «prácticamente paralizada» desde el año pasado; y las empresas de papel y packaging trabajaron «a buen ritmo», manteniendo niveles normales.
El sector de muebles entrerriano registró una leve mejora respecto del mes anterior pero trabajando a una capacidad instalada menor; al igual que el sector de minerales no metálicos.
En tanto, los sectores medicamentos y software continuaron trabajando, y algunas empresas pudieron duplicar su producción y ventas respecto del año pasado. El sector de aserraderos continuó trabajando a «un ritmo aceptable», y el de metalúrgicas registró caídas de entre 50 y 70 por ciento.
