Para la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Componentes de Córdoba, la ausencia de un índice inflacionario confiable es el principal obstáculo en la negociación paritaria con los trabajadores.
El actual convenio laboral venció el primero de marzo pasado y el anuncio de los dirigentes gremiales de la UOM de solicitar un incremento superior al tope del 20% complica un arreglo, según señaló ayer el titular de la Cimcc, Juan Grundy. Según explicó el dirigente a Comercio y Justicia, las empresas del sector son en un 80% pymes no formadoras de precio, a las cuales se les hace muy difícil trasladar a los costos la mayor incidencia salarial. Se suma a esto la fuerte alza que han tenido todos los insumos de la industria metalúrgica.
“Nosotros estábamos de acuerdo con las previsiones iniciales del Gobierno, del orden de una inflación de entre el 7 y el 11 por ciento”. Un aumento de algunos puntos sobre esta pauta era razonable, pero “como la gente cree que la inflación será mucho mayor, se terminan por lanzar cifras al voleo” que tornan preocupante la situación, expresó Grundy, para quien la vuelta a un mecanismo de control fiable del IPC es fundamental para la transparencia.