El malbec, vino históricamente más consumido del país, aumentó 33% su producción durante 2018, en comparación del año anterior. Así lo reveló el informe anual del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que según confirmó, durante el año pasado, se elaboraron más de cuatro millones de quintales de la uva con la elabora ese varietal, un millón de quintales más que en el año 2017, lo que totaliza un aumento mayor a 30%.
Según este organismo, el malbec sigue siendo el varietal más comercializado en el país, concentrando 37,8% del total. Le sigue en importancia: el cabernet Sauvignon, con sólo 13,4%, el torrontés riojano (6,7%), el syrah (4,4%), y Bonarda (3,9%). Además, el malbec es la variedad más exportada de Argentina.
Por estos motivos expuestos, el malbec es el varietal nacional por excelencia, el más elegido por los argentinos, y hoy tiene su celebración. Se cumplen 166 años de la llegada de la uva al país, traída por Domingo Faustino Sarmiento y del francés Michel Aimé Pouget, el agrónomo que contrató para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza. Con los años, el malbec se consolidó como el varietal más reconocido en el país y hoy posiciona al país en el exterior en materia de vinos, convirtiéndose en nuestra carta de presentación al mundo.
“Con el objetivo de conocer en profundidad el malbec argentino, distintas bodegas están llevando adelante una investigación que permitirá conocer la caracterización de este vino en el país. Sus resultados se revelarán en un año, ya que es necesario terminar de chequear todo lo relevado hasta ahora”, adelantó la entidad vitivinícola.
“El estudio confirma que los compuestos del suelo son los que definen las características de los malbec de cada región. En este sentido, con una misma uva, se pueden generar distintos estilos de vinos. En nuestra bodega elaboramos distintos vinos para los distintos gustos de los consumidores. Por un lado, vinos con perfiles más frutados, atractivos a nivel nariz, simples y fáciles de tomar. Por otro lado, vinos con mayor complejidad, presencia de madera e interpretando las características de la región. Y finalmente vinos en los que se busca la elegancia, tiempo de guarda, mayor volumen en boca, con madera pero sin tapar la fruta. Es una uva muy versátil, por esto, la mayor parte de los vinos que se hacen son Malbec”, describe Noelia Torres, directora de Enología de Bodega Ruca Malen.
“Los consumidores nos muestran que prefieren perfiles de vinos más frutados y frescos, por eso, la madera ha comenzado a jugar un nuevo rol en la elaboración de los vinos, más secundario, dándole protagonismo a la fruta, acompañando para estabilizar el color y brindarles más aromas y elegancia a los vinos”, afirmó la enóloga.
Producción 2018
En este sentido, respecto a la producción de las uvas, es la variedad tinta que lideró el ranking durante el 2018 superando cuatro millones de quintales. Ochenta y cinco por ciento proviene de Mendoza, y de este total; 40% , del Valle de Uco, mientras que Luján de Cuyo provee 24%. En cuanto a las provincias, siguen a Mendoza San Juan, con 6,17%, y Salta, con 3,2%.
En términos de exportación, según el último informe mensual del INV, correspondiente a febrero 2019, el malbec lidera con más de 95 mil hectolitros exportados, lo que se traduce a más de 35 millones de dólares FOB. La diferencia con otras cepas es abismal. Le sigue el cabernet Sauvignon con más de 11 mil hectolitros, 4,7 millones de dólares FOB el Chardonnay con más de 7 mil hectolitros, 2,1 millones de dólares FOB.
En esta línea, Ricardo Carretero, ingeniero agrónomo de Nieto Senetiner, detalla: “El aumento de la exportación y el conocimiento del malbec hace ya varios años permitió que desde afuera nos empiecen a reconocer desde esta cepa. Sus características principales son la suavidad y la amabilidad, que lo hace diferente a un cabernet, por ejemplo”.
El cambio climático es, sin dudas, una preocupación para los enólogos. “En 2010 nos reunimos con expertos en la materia, que nos adelantaron que iba a haber cada vez menos nieve en cordillera, clave para que ese agua se filtre y se utilice para riego. Se creía que el agua llegaría con mayores precipitaciones, pero no se genera el mismo efecto, aunque de las dos maneras nos llegue agua. Este cambio ya es una realidad: hay menos nieve, se producen la misma cantidad de tormentas que antes, pero mucho más fuertes, con granizo inclusive, y la temperatura sube lentamente. Si esto sigue así, a futuro creemos que hay que buscar más altitud o buscar más latitud sur para elaborar los malbec”, aseguró Carretero.