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El proyecto fue desarrollado por un programa del Mercosur. El dispositivo fue patentado y puede ser exportado a otros países.
Investigadores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay que trabajan en un proyecto de biotecnología del Mercosur y la Unión Europea desarrollaron un robot que busca las plantas de soja más aptas para resistir la sequía.
El invento fue patentado por el grupo investigador, según informó el ingeniero agrónomo argentino Atilio Castagnaro. “Pretendíamos la caracterización de fenotipos y la búsqueda de genes más tolerantes a la sequía y eficientes en el uso del agua, el recurso más importante en la agricultura. Con ello, la soja podría ser cultivada en ambientes de menor pluviometría que hoy son improductivos y de ese modo dejar libres terrenos para cultivos que requieran más agua, explicó Castagnaro, quien se desempeña en la tucumana Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres.
El investigador coordina el proyecto de la Cadena Oleaginosa de Biotecsur (BiotecSojaSur). La plataforma automática que mide y analiza diferentes genotipos -conjunto de plantas con la misma constitución genética- fue ideada y desarrollada por un equipo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Cada día, el robot recorre simultáneamente 120 macetas con plantas, determina su consumo hídrico para regarlas con la cantidad precisa y toma fotografías estereoscópicas para documentar el crecimiento.
Otro logro “es haber identificado en soja nuevos genes que confieren resistencia a la enfermedad de la roya asiática, genes que ahora están en manos de semilleros públicos y privados, lo cual va a permitir reducir la cantidad de agroquímicos”, expresó.
También se identificaron plantas más tolerantes a otra importante enfermedad: la podredumbre carbonosa. La plataforma automática funciona en la Unidad Integrada Balcarce, formada por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Por la originalidad que tiene la plataforma automática solicitamos una patente y estamos en condiciones de venderla a otros países”, reveló Castagnaro.
Tecnología de punta
“Incrementamos el valor agregado de un cultivo que es clave para la región, lo cual se traduce en que el Mercosur va a ser no sólo área mundial que produzca soja sino que va a dominar la tecnología al más alto nivel”, concluyó.
Tambien un laboratorio virtual (de análisis computarizado) surgió como proyecto en 2007 a través de una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para la Plataforma Biotecsur, generada por el gobierno argentino a través de una financiación europea para realizarse a través del Mercosur.
La búsqueda de genes nuevos que pudieran ser utilizados para el mejoramiento de la soja tenía como “intención subyacente hacer que las nuevas variedades se defiendan mejor de las enfermedades, se usen menos agroquímicos y hacer que este importante cultivo sea más sostenible económica y energéticamente, y para la salud humana y ambiental”.
Del trámite de patentamiento forman parte también dos empresas privadas: Nidera e Indear. Los grupos públicos pertenecen a la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, al Conicet, la universidad de Buenos Aires y centros cientificos de Paraguay, Brasil y Uruguay.
