Es innegable que actualmente el mercado inmobiliario de Uruguay “está de moda”. El excelente nivel de los desarrollos y la seguridad jurídica y financiera que el Estado brinda a inversores son algunas de las razones. Y Colonia del Sacramento, una de las ciudades más antiguas y pintorescas del país vecino, no escapa a esta situación.
“Setenta por ciento de los compradores son argentinos de alto poder adquisitivo, más 10% uruguayos y el 20% restante, extranjeros (brasileños, norteamericanos, italianos). A veces, son turistas que están de visita un fin de semana y quedan enamorados de la ciudad, entonces compran rápidamente”, señala Tobin Achaval, de la empresa Toribio Achával, con negocios en Argentina y Uruguay.
En este último punto radica una de las pistas del boom, según Viviana Curcio, ejecutiva de la desarrollista All Trust: “Mucha gente está comenzando a pensar en Colonia como segunda residencia. Para ello se toma en cuenta su cercanía de Buenos Aires y sus costos de vida, mucho menores que los de Punta del Este”.
“En Colonia, los apartamentos con vista al río son las vedettes -plantea Viviana Curcio-, representan una buena inversión a futuro en cuanto a su revalorización y una buena renta en la actualidad en cuanto a los alquileres”. Tobin Achával agrega más datos interesantes: “También se venden chacras, lotes de 600 a 1.200 m2 para hacer casas y hoy en día todos los emprendimientos tienen Condo Hoteles, para que los compradores opten alquilarlos y puedan tener una renta de 6 a 8% anual“.
Los especialistas aseguran que en este momento invertir en Uruguay es un buen negocio. “Los capitales son lógicos y cobardes: no quieren asumir muchos riesgos, y la mayoría de los países de Latinoamérica son inseguros. Uruguay, en cambio, no tiene esos inconvenientes, es una economía floreciente y sus gobernantes demuestran de derecha a izquierda que las reglas del juego se sostienen en el tiempo”, explicó Curcio.