No se consiguen propiedades de entre 70 y 120 m2 de superficie en los barrios de Córdoba. La demanda es excesiva y creciente. Los precios van desde $2.000 a $5.000 y este año aumentarán 25%.
La escasez de viviendas para la clase media una vez más se pone en evidencia frente al exceso de demanda de casas de dos y tres dormitorios para alquilar.
Según constató Comercio y Justicia, no hay vacancias de propiedades de ese tamaño, con superficies que oscilen entre 70 y 120 metros cuadrados y en distintos barrios de clase media de la ciudad (Yofre, Urca, Alberdi, Rosedal, Matienzo, entre otros).
“Apenas se desocupan se vuelven a alquilar en no menos de 15 días, hasta hay casos en que los mismos vecinos del barrio que saben que una vivienda se pondrá en alquiler, la reservan de antemano”, confió Martín Dahan, de la inmobiliaria Mead, con mil propiedades en alquiler y en diferentes zonas de la ciudad.
Se trata de inmuebles tanto nuevos como usados, cuyos alquileres mensuales varían entre $2.000 y $5.000. Aunque con otros precios, el nivel de ocupación también es inmediato en otros barrios más categorizados, como Valle Escondido, donde las casas en alquiler, de más de 250 m2, rondan $7.000 mensuales.
“Sí hay vacancias cuando el cliente o el público en general no convalida los precios, las inmobiliarias y el mismo inquilino identifica los costos del mercado. No alquila una casa en Urca, por ejemplo, a $7.500 o $10.500, por más que tenga más de 250 m2”, ejemplificó Dahan.
Lo mismo ocurre con algunas propiedades en Las Delicias, que a $14.000 tampoco se rentan fácilmente. La misma inflación de la economía y la alta demanda generan una suba en los precios de los alquileres, que en el caso de las viviendas familiares, este año vendrán cargados con 25% más. Si bien los contratos de locación duran dos años, la renovación de precios -generalmente- se adecua anualmente.
Las causas
La demanda de casas para alquiler se viene acentuando año a año, aunque tras el cepo cambiario su reacción fue mayor. “Por el cepo, muchos de los inversores que habían construido un dúplex -por ejemplo-, en lugar de venderlo a US$70 mil y luego darse con que podía valer más, prefirieron ponerlo en alquiler. De esta manera se produjo un ingreso fuerte de viviendas en un determinado momento, que luego cedió, porque al no vender la vivienda, este tipo de constructor no pudo volver a construir”, explicó el inmobiliario.
Cabe aclarar que estos casos le competen al pequeño constructor, arquitecto, quienes con una cuadrilla de cuatro o cinco técnicos puede edificar algunos dúplex; no así a los desarrollistas o grandes empresas constructoras, a quienes, por los costos que manejan, les son más rentables los negocios de mayor volumen, como edificios y complejos residenciales.