Dado el fervor que el fútbol despierta en el país y que, debido a la diferencia horaria con Sudáfrica, los partidos caen dentro del horario laboral, las empresas dispusieron toda clase de arreglos, que van desde la adquisición de pantallas gigantes, pasando por los juegos on line, hasta incluso la reprogramación de la producción. El gran objetivo es –obviamente– reducir el ausentismo laboral y mejorar la integración. Según un estudio privado, cada partido de la Selección costará a las empresas argentinas cerca de 300 millones de pesos.
La consultora Abeceb indagó cuánto deberán invertir las empresas para alentar a la Selección y acompañar el fervor de sus empleados y el país. Para ello tomó como referencia el salario promedio nacional de 3.704 pesos, medido por el Indec, una semana estándar de cuarenta horas y un mes de 22 días laborables, con lo cual obtuvo una remuneración promedio de 21 pesos por hora.
Al redondear el tiempo que se le dedicaría a cada partido en unas dos horas –dos tiempos de 45 minutos, más media hora dedicada a los indispensables preparativos y cábalas diversas–, el costo por día de partido asciende a 295 millones de pesos para las empresas en su conjunto.
