Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) reveló los riesgos psicosociales que padecen los equipos médicos. Entre los más frecuentes figuran el desgaste emocional y la combinación de las labores del trabajo y del hogar.
Por Luz Saint-Phat – @LuzSaintPhat
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“La importancia de las condiciones de trabajo de quienes se desempeñan en los hospitales públicos va más allá de los propios trabajadores. Si el personal está en riesgo y tiene vulnerada su salud, la calidad de atención no es buena y eso pone en juego la salud de toda la población”. Esta definición dada a Comercio y Justicia provino de María Alejandra Farías, magister en Salud Pública e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Farías pertence al Centro Investigación y Formación en Gestión de Servicios de Salud (CeGeSST) y junto a otros colegas se encuentra trabajando desde 2011 en una investigación sobre las condiciones de salud de los trabajadores de hospitales públicos de toda la provincia. El estudio es innovador en el país y replica una experiencia que ya se realizó en Chile y tuvo un impacto decisivo en sus políticas públicas. Parte de la investigación se centra en analizar los riesgos psicosociales que padecen estos equipos de salud, ya que “son el caldo de cultivo de otras enferemedades como las cefaleas, los problemas gástricos y las lumbalgias”, señaló Farías.
“Aunque las enfermedades tienen una multicausalidad y no son un fenómeno que se pueda atribuir directamente a cuestiones psicosociales, sí se puede señalar la importancia decisiva que tienen los ambientes de trabajo en el desarrollo de distintos tipos de patologías”, explicó la investigadora.
Alto riesgo
Según el estudio realizado sobre 844 trabajadores de salud pertenecientes a 23 hospitales públicos, uno de los principales riesgos psicosociales de los médicos y las enfermeras se refiere a la cantidad de trabajo y diversidad de tareas que tienen asignadas, a los recursos que se utilizan en esa labor (principalmente insumos y equipamiento tecnológico), y al desgaste emocional que la labor diaria causa.
En esta dimensión, se registró un riesgo alto, según la percepción de 57,7% de los encuestados. En este punto, se destacó la exigencia emocional, ya que 49,8% señaló que “siempre” o “la mayoría de las veces” su tarea generaba un desgaste. Asimismo, fue similar el porcentaje de los participantes que reveló que tales emociones no son exteriorizadas en el lugar de trabajo.
Cuestión de género
Otro de los riesgos psicosociales que registró alta incidencia entre los trabajadores de la salud fue la “doble presencia” o “doble tarea”.
“El 75% del equipo de salud en Córdoba está constituido por mujeres. Es una de las actividades económicas y profesionales que más mujeres concentra en la provincia. De allí que uno de los principales riesgos que pueden vulnerar la salud de estas trabajadoras sea la combinación de las tareas laborales con la domésticas”, explicó Farías en conversación con este medio.
“La doble presencia resultó la más desfavorable de la cinco dimensiones estudiadas, econtrándose un nivel de riesgo psicosocial alto, de 64%”, señalan las conclusiones de la investigación, según una de las publicaciones que realizó el equipo de investigación cordobés.
“En relación con la carga de tareas domésticas, 43,1% respondió que siempre o la mayoría de las veces que está ausente un día en la casa, las tareas domésticas quedan sin hacer, 16% respondió algunas veces y 31% que nunca o sólo o unas pocas veces”, señalan los resultados del estudio.
En tanto, “29,2% de los participantes manifestó que siempre o la mayoría de la veces cuando está en el trabajo piensa en las exigencias domésticas y familiares, 36% respondió algunas veces y 34,8% respondió que sólo unas pocas veces o nunca”, revela el estudio.
Estos resultados no sólo predominan en Córdoba. Por el contrario, los investigadores señalan que la doble presencia de las trabajadoras es todavía un problema global. “Desde el punto de vista del empleo femenino, la modernidad resulta un mito ya que está vista sólo en una de sus caras, la de la esfera pública, en concreto, la del trabajo remunerado, sin considerar que esa propia modernidad se ha construido sobre el trabajo doméstico familiar socialmente adjudicado al género femenino”, indica la publicación del equipo investigador.
Un camino a recorrer
“Básicamente, lo que se puede derivar de este tipo de investigaciones son recomendaciones para lograr ambientes más saludables”, señaló Farías al comentar los alcances reales que puede tener este tipo de investigaciones.
“Los temas vinculados con la salud mental son importantes, aunque todavía en este mismo campo existen discusiones que están tratando de develar los alcances que tiene lo psíquico en la salud de la población”, dijo la investigadora de la UNC. “Uno identifica estos riesgos psicosociales para trabajar luego en la prevención”, concluyó Farías.