Por Luz Saint Phat / [email protected]
Investigaciones internacionales tratan de seguir los pasos de las innovaciones informáticas, indicando el impacto que tiene en diversos aspectos de la humanidad. Consideraciones de un estudio sobre las transformaciones que se están registrando en las religiones
Si existe algún aspecto del mundo humano que puede considerarse específico de la especie es la fe. Se trata de esa capacidad de depositar valores y creencias positivas en seres o ideales que no se manifiestan materialmente y no pueden ser percibidos por los sentidos. Creer es, básicamente, una de las particularidades más destacadas de la humanidad, aún con sus luces y sombras.
No obstante, en tiempos de avance tecnológico y desarrollo acelerado de los programas que incluyen a la inteligencia artificial, nada continúa siendo lo que parecía.
En este contexto, llama la atención que ya existan programas y robots humanoides entrenados en la capacidad de predicar y, aún más, es de considerar que existan estudios sobre la incidencia y el grado de credibilidad que estas iniciativas poseen para la sociedad.
Por esto, es interesante considerar los hallazgos de un estudio, cuyos resultados fueron publicados recientemente en una de las revistas que edita la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).
“A medida que la inteligencia artificial se expande en más profesiones, los predicadores robóticos y los programas de IA ofrecen nuevos medios para compartir creencias religiosas, pero pueden socavar la credibilidad y reducir las donaciones para los grupos religiosos que dependen de ellos”, explicó un comunicado de prensa de la entidad, donde se especifican algunos de los resultados de la investigación.
“Parece que los robots asumen más ocupaciones cada año, pero no estoy tan seguro de que los líderes religiosos lleguen a estar completamente automatizados porque los líderes religiosos necesitan credibilidad y los robots no son creíbles”, dijo Jackson sobre los resultados de la indagación.
Tres experimentos
Se trata de un prototipo que posee una cara de silicona similar a la humana, con labios que pueden moverse y ojos parpadeantes en un cuerpo de metal. Funcionalmente, el robot humanoide ofrece sermones de 25 minutos sobre principios budistas con sonido envolvente y proyecciones multimedia. En números, Mindar, que fue creado en 2019 por un equipo de robótica japonés en asociación con el templo, costó casi $1 millón de dólares.
No obstante, su desempeño no está siendo el esperado ya que se pudo observar, entre otras cuestiones, que las personas están donando menos dinero al templo que previamente a la llegada del dispositivo.
“Los investigadores encuestaron a 398 participantes que salían del templo después de escuchar un sermón pronunciado por Mindar o por un sacerdote budista humano. Los participantes vieron a Mindar como menos creíble y dieron donaciones más pequeñas que aquellos que escucharon un sermón del sacerdote humano”, explicó el parte de prensa, dando cuenta de los principales datos observados y relevados por los investigadores.
Por otro lado, también se explicó que, en otro experimento en un templo taoísta en Singapur, la mitad de los 239 participantes escucharon un sermón de un sacerdote humano mientras que la otra mitad escuchó el mismo sermón de un robot humanoide llamado Pepper. Los resultados en este caso fueron similares. “El robot fue visto como menos creíble e inspiró donaciones más pequeñas. Los participantes que escucharon el sermón del robot también dijeron que era menos probable que compartieran su mensaje o distribuyeran volantes para apoyar el templo”, detalló el comunicado de APA.
Finalmente, un tercer experimento incluyó a 274 participantes cristianos de los Estados Unidos que leyeron un sermón en línea. A la mitad de los participantes se le dijo que fue escrito por un predicador humano, mientras que a la otra mitad se le indicó que el sermón fue generado por un programa de IA altamente avanzado. Como resultado, las personas que escucharon el supuesto sermón de IA informaron que era menos creíble, ya que “sentían” que la tecnología tenía menos capacidad para pensar o sentir que un ser humano.
Interpretaciones
En relación a estos resultados, Jackson y sus colaboradores observaron que en una escala del 1 al 5, siendo 5 el más creíble, los predicadores robot recibieron una calificación de credibilidad promedio de 3,12, en comparación con 3,51 para los predicadores humanos.
“Esto sugiere que hay muchas personas que piensan que los robots podrían ser predicadores efectivos, pero hay más personas que no están convencidas”, dijo el académico que lideró los estudios.
Aún así, el investigador advirtió de que “los robots y los programas de inteligencia artificial no pueden realmente tener ninguna creencia religiosa, por lo que las organizaciones religiosas pueden ver una disminución del compromiso de sus congregaciones si confían más en la tecnología que en los líderes humanos que pueden demostrar su fe”.