Los lineamientos puede ser útiles para guiar las actividades de trabajadores sanitarios, organizaciones y profesionales del campo de la salud mental
En el marco de la coyuntura internacional actual, un artículo de la Revista Interamericana de Psicología recomendó cinco grupos de acciones claves, que pueden guiar el afrontamiento de los problemas psicológicos de la población derivados de la pandemia de coronavirus.
Según especificó el documento que se encuentra en línea, estas sugerencias pueden ser de utilidad para guiar las actividades de trabajadores sanitarios, organizaciones y profesionales del campo de la salud mental.
“Desde la emergencia de la pandemia, los diferentes gobiernos de las América y el mundo han implementado diversas medidas de contención del Covid-19. Muchas de ellas, como la cuarentena, el aislamiento o distanciamiento físico, no sólo implicaron una discontinuidad de las pautas habituales de interacción social y el cambio en los hábitos de comportamiento individual y colectivo, sino también diversas consecuencias a nivel psicosocial y de la salud mental en la toda la población”, indicó el texto titulado “Cómo afrontar la pandemia del coronavirus en las Américas: recomendaciones y líneas de acción sobre salud mental”.
El documento fue firmado por numerosos académicos de distintos países, entre los cuales se destacan las contribuciones argentinas de Miguel Gallegos (Conicet, Buenos Aires) y Fernando Andrés Polanco (Conicet y Universidad Nacional de San Luis).
“Dada la rápida expansión del virus, las primeras medidas estuvieron relacionadas con el manejo de la pandemia desde la prevención del contagio hasta la atención clínica de las personas infectadas, acciones que ya cuentan con normativas e información relativamente claras”, precisaron los autores, no obstante también destacaron que “pese a esto, las instituciones sanitarias y las sociedades profesionales no contaban con protocolos específicos para orientar el accionar de las diversas disciplinas sobre los efectos psicológicos y psicosociales derivados de la pandemia”.
Por eso, la publicación que difunde investigaciones y paper de trabajadores del campo de la salud mental en el continente americano realizó una importante revisión de la literatura y los procesos metodológicos de construcción de guías y recomendaciones para poder sintetizar un conjunto de sugerencias que permitan abordar los problemas psicosociales de las comunidades, frente a una emergencia sanitaria sin precedentes recientes.
En este sentido, los investigadores consultaron numerosas fuentes, además de efectuar extensas consultas a expertos de la región.
Sugerencias
Específicamente en relación a las líneas de acción, los especialistas contemplaron principalmente las necesidades de los grupos de profesionales que se encuentran trabajando con las poblaciones afectadas, para dotarlos de herramientas aplicables en el campo.
Así, el primer grupo de lineamientos indica que es fundamental reconocer y aceptar las “recomendaciones sanitarias oficiales, emanadas por los organismos competentes, dando especial tratamiento a las diferentes medidas que se implementen para el cuidado de la salud colectiva”.
Además, el equipo académico que encaró la investigación detalló que “es primordial orientarse por las informaciones oficiales de los organismos competentes en salud y evitar información de dudosa procedencia, privilegiando la información científica y basada en evidencia”.
Tal como lo advirtieron otras instituciones, el artículo insistió en que “la infodemia (cantidad excesiva de información que no permite llegar a una solución del problema) puede reducir la confianza y la probabilidad de seguir las recomendaciones correctas”.
En segundo lugar, se recomendó continuar invocando a la “responsabilidad social, la solidaridad comunitaria y la necesaria tranquilidad que requiere la presente situación de pandemia y su posterior derivación”.
Al respecto, se supone que el “comportamiento individual y social debe tender a estar acorde a las necesidades y requerimientos de la salud colectiva junto al “acatamiento de las normas”. Es preciso, dijo el equipo de investigación que se desalienten “las conductas” de riesgo, promoviendo el “bienestar personal, familiar y social”.
Específicamente en lo relacionado al campo profesional de la salud mental, la recomendación se orientó a que “las instituciones profesionales de psicología conformen equipos técnicos de acompañamiento, orientación y atención psicológica, y su respectiva capacitación especializada, sea presencial o virtual, para canalizar las consultas emergentes y la elaboración de estrategias psicoprofilácticas”.
En este aspecto, es clave que los especialistas puedan desarrollar estrategias para “atenuar los impactos emocionales provocados por la extensión de la pandemia y las consecuentes medidas sanitarias de aislamiento, entre otros fenómenos eventuales de crisis psicosocial”.
En cuarto lugar, se propone el concepto de “sensibilidad cultural”, como eje de la práctica de la psicología en este contexto, considerando el respeto por la identidad de las personas y contemplando las desigualdades sociales existentes. Para ello, “las prácticas deberán sustentarse en los principios fundamentales de los derechos humanos, y los principios éticos y deontológicos”, explicó el documento.
Finalmente, los profesionales consideraron sustancial convocar “a los gobiernos y sus respectivos órganos de decisión a proveerse de los recursos disciplinares y profesionales de la psicología para abordar de manera integral la presente crisis sanitaria internacional”.
“La psicología posee herramientas para llevar a cabo medidas tanto preventivas, en la implementación de conductas de autocuidado y de medidas de contención, como el diagnóstico, asesoramiento y atención psicológica”, se detalló.
“Resulta primordial que la salud individual y colectiva deba abordarse integralmente, es decir, en sus dimensiones física, biológica, psicológica y social”, concluyeron.