Profesionales cordobeses de salud mental alertan sobre la necesidad de un estudio epidemiológico local y sobre la deficiencia de capacidad de los servicios públicos y privados para absorber la demanda. No obstante, reconocen los avances que posibilitaron las nuevas leyes.
Por Luz Saint-Phat
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La emergencia de nuevos síntomas clínicos, el incremento de las consultas por adicciones o distintos tipos de violencias, los desafíos de capacitación de los profesionales, el surgimiento y auge de terapias alternativas que abordan lo psíquico y el estado de implementación de las nuevas leyes de salud mental son hoy algunas de las variables que atraviesan el campo disciplinar de la psicología. Estos aspectos se enmarcan, en el ámbito local, en deficiencias como la falta de un estudio epidemiológico sobre los usuarios de salud mental en la provincia y la escasa cantidad de servicios de salud pública que cuentan con equipos interdisciplinarios para abordar el malestar subjetivo de las personas.
En esta entrevista, el presidente del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba (CPPC), Jorge Cáceres, profundizó sobre estos aspectos que hoy hacen a la práctica profesional.
– ¿Cuáles son las problemáticas clínicas en salud mental más recurrentes en las consultas que realizan los cordobeses en los consultorios psicológicos?
– Eso es un dato que todavía no tenemos. Cuando se habla de deficiencia de toda la estructura de salud mental, nos referimos también a que no existen datos epidemiológicos. No podríamos decir por qué se consulta más, aunque sí podríamos referir que hay cuestiones que son emergentes, aunque no están validadas por estudios reales y concretos. El tema de consumo de sustancias o adicciones tiene, por ejemplo, más incremento en las consultas. Las problemáticas de violencia también, ya sea porque los equipos técnicos o la justicia les solicitan tratamiento a determinadas personas o porque los mismos sujetos se dan cuenta de que existen o que viven en un ámbito violento.
– Estas problemáticas emergentes ¿qué desafíos implican para el campo profesional de Córdoba en cuanto a capacidad para absorber la demanda existente y capacitación del personal?
– Me parece que la capacidad para absorber la demanda no existe ni en el ámbito público ni en el privado, por eso nosotros somos defensores fehacientes de la implementación de las leyes de salud mental nacional y provincial, donde se exige la presencia de equipos de atención de este tipo en todas las unidades de salud pública o en los centros de atención comunitaria, en las clínicas privadas, en los servicios de emergencia. Digamos que existen algunas instituciones privadas y, en el ámbito público, el único lugar específico que puede atender estas temáticas es la Casa del Joven. Estamos hablando de un solo lugar para toda la ciudad de Córdoba. En cuanto a la capacitación, la formación profesional va de la mano de lo que algunas entidades van trabajando. También existen en la Facultad de Psicología posgrados que abordan distintas temáticas vinculadas con las nuevas realidades, a lo que emerge en lo cotidiano.
– ¿Las disciplinas de salud mental están legitimadas actualmente como otras especialidades médicas o continúan trabajando en un segundo plano?
– Aún somos la Cenicienta. Todavía la salud mental sigue peleando ese espacio de reconocimiento. Se puede observar que no existen equipos de salud mental en todos los hospitales generales. No se visualiza como una necesidad. Cuando los funcionarios hablan de la urgencias en salud, se refieren a cualquier aparatología que tome al cuerpo desde la enfermedad. Aun así, reconocemos un importante avance respecto de esto en los últimos años, debido a la sanción de las nuevas leyes, por las cuales los trabajadores de salud mental hemos luchado mucho tiempo.
Terapias alternativas: “No hay soluciones mágicas”
En los últimos años, quizás con más presencia que en épocas anteriores, han surgido diferentes corrientes de sanación que proponen terapéuticas relacionadas con lo psíquico.
“Nos oponemos totalmente a las prácticas que significan un ejercicio ilegal de la profesión. Muchas veces, las terapias alternativas ofrecen -mediante engaño- una ayuda inmediata. Pero la realidad es que para el tratamiento del aparato psíquico hay que tomarse tiempo para ver y resolver. No hay soluciones mágicas y los logros son resultado del trabajo entre paciente y profesional”, indicó Jorge Cáceres, presidente del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba (CPPC).