El proyecto de ley de Democracia Sindical seguirá trabado en Diputados porque la Comisión de Legislación del Trabajo, encabezada por Martín Tetaz (UCR), no logró el quórum para la sesión especial convocada para que la iniciativa avance.
El presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, dio por frustrada la reunión de los bloques de la UCR y del PRO, que buscaban que se votara a favor de una interpretación del reglamento según la cual no hace falta la firma de la mayoría de los integrantes de una comisión para llevar al recinto un dictamen.
También había representantes de La Libertad Avanza, quienes aclararon que iban a rechazar la propuesta de apartarse del reglamento.
Tras el fracaso de la sesión, Tetaz dijo que los sindicatos “manejan la enorme caja de las obras sociales en Argentina” y planteó que el país “necesita una reforma sindical urgente”.
“La principal casta que se tiene que terminar es la casta de los que viven del trabajo de los demás. Es la casta de los que viven hace más de 40 años sin trabajar, pero supuestamente representando aquellos que trabajan y manejando los fondos de esas personas sin ningún tipo de autorización”, sumó.
El proyecto condensa una treintena de textos. Elimina la reelección indefinida de dirigentes; prohíbe la cuota solidaria que sostiene “la caja sindical”; garantiza la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos; obliga a presentar declaraciones juradas y fija medidas para “democratizar las obras sociales”.
Durante la sesión en minoría, el titular del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, denunció “un acuerdo del Gobierno con la CGT”. Valoró que es “evidente” porque “basta ver el juego de las sillas”.
Por el PRO, Verónica Razzini, ex titular del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB), lamentó la oportunidad perdida “para el universo de los trabajadores en Argentina”. En esa línea, dijo que hay “un modelo sindical que está caduco” y que es “el que todo lo impide” y “todo lo traba”.