Con votos radicales y del PRO, el oficialismo blindó en Diputados el veto de Javier Milei a la ley de reforma de movilidad jubilatoria. La oposición no pudo reunir los dos tercios para imponer el proyecto aprobado en junio pasado que otorgaba un aumento adicional de 8 % a las jubilaciones, una actualización anual y sobre todo llevaba al Estado nacional a hacerse cargo de las deudas con las cajas previsionales que quedaron en manos de las provincias.
El kirchnerismo, Encuentro Federal y un sector mayoritario de la UCR conformaron los 153 votos a favor de la insistencia de la ley, pero no le alcanzó para llegar a los dos tercios, que con 248 legisladores presentes había quedado establecido en 166 voluntades.
Al oficialismo le alcanzó con sus habituales aliados, el PRO y espacios libertarios llegaron a los 87 votos, por lo que sobraron cuatro representantes. Las abstenciones fueron de parte de Innovación Federal y la mendocina Lourdes Arrieta, que en un principio había anunciado que iba por el rechazo al veto.
El larretista Alvaro González votó a favor de la insistencia mientras que estuvieron ausentes Héctor Baldassi, Ana Clara Romero (Chubut) y Héctor Stefani (Tierra del Fuego).
La sesión comenzó con la presencia de 131 diputados en medio de un clima enrarecido tanto en el recinto de la Cámara baja como en la entrada al Congreso, donde se dispuso un fuerte cordón policial con motivo de la marcha convocada para rechazar la decisión del Gobierno.
En el arranque se aceptó la renuncia del radical entrerriano Pedro Galimberti, que renunció a su banca tras ser nombrado por el gobernador Rogelio Frigerio como Delegado de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. En su lugar juró Nancy Ballejos, del PRO, quien le dará un voto más al oficialismo.
Tras la asunción de la nueva diputada, el legislador de la izquierda Nicolás del Caño advirtió que “es un escándalo lo que está pasando” en la Cámara al habilitar la jura de Ballejos. “Esto altera el resultado de la sesión, son lo peor de la casta”, protestó el legislador.