Por María Victoria Moncada. Abogada. Asesora Sindicato Amas de Casa. Directora de la Fundación Consumo y Ambiente.
Garantizar a las mujeres abogadas la igualdad de género y el goce de los derechos establecidos en nuestra asociación, es el principio base del tema abordado, sintetizado en que “la igualdad de la mujer en todo derecho, es condición esencial que deben proteger las autoridades colegiales”.
En el orden internacional, remontándonos a los estudios realizados por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (ONU 1946)(1), la búsqueda de la igualdad de oportunidades del género femenino ha sido permanente. La consecución de la equidad debe ser un estandarte inquebrantable entre las mujeres y hombres del derecho y un objetivo esencial en los órganos que nos representan y nos gobiernan.
Resulta consecuencia de un silogismo lógico que no existirá correcta defensa de las mujeres matriculadas, si no se reconocen previamente nuestras necesidades diferentes.
Quién mejor para ejemplificar el accionar hacia esa igualdad de oportunidades, si no aquellas personas que nos hemos formado en el pensamiento jurídico, en el conocimiento e interpretación de las normas para enfrentar los problemas sociales que afectan a la humanidad. Las décadas pasadas han sido el reflejo de una excelente tarea normativa manifestada en convenciones, leyes nacionales y provinciales; queda ahora en nuestro haber, dar coherencia a esas intenciones.
Es una deuda de la institución que nos nuclea, gestionar en los ámbitos en los que discurre nuestro accionar, la transformación de las condiciones de desigualdad e inequidad que siguen colocando a la mujer profesional abogada en una situación de discriminación.
Medidas para lograr la equidad
La responsabilidad colegial obliga a tomar decisiones encaminadas a conseguir la sensibilización de resto del colectivo legal, desde las acciones más sencillas -como suplir la omisión de cartelería de prioridad de atención a la colega embarazada en barandilla- hasta las capacitaciones vinculadas a los derechos de la mujer, se erigen en necesidades que la colegiación no puede soslayar.
Los estudios de género deben ser un estandarte permanente y prioritario en activo vínculo con las Universidades y organismo especialistas en la materia.
La relación con organismos no estatales y las órbitas de gobierno, debe ser permanente y activa.
Debe existir en el Colegio de Abogados una Comisión de la Mujer, como espacio donde comulguen los profesionales especialistas en temáticas de violencia de género, equidad de trato y de donde surjan las iniciativas para el reconocimiento social de derechos.
Verdadera igualdad de oportunidades para la mujer profesional independiente
La Universidad Nacional de Córdoba ha manifestado en estudios vinculados a la Mujer y Género que uno de los elementos más importantes que fortalecen a las mujeres en la búsqueda de la igualdad, está contenido en las guarderías y jardines maternales.
La falsa dicotomía entre la maternidad y la profesión es un dilema que azota a todas las madres profesionales. El antagonismo se transforma en real cuando aún no se han obtenido los recursos económicos necesarios para poder contratar en forma particular guarderías que cuiden la integridad de nuestros hijos mientras nosotras ejercemos la profesión.
Instalar salas de cuidado y recreación infantil para niños de 3 meses a 3 años en las cercanías de tribunales para las colegas, en la que nuestros hijos puedan ser contenidos mientras nosotras realizamos los trámites matutinos, es sin dudas garantía de equidad de género y efectivización de los derechos humanos de la mujer.
Propiciar un espacio de tranquilidad y comodidad donde la lactancia pueda ser brindada es mirar nuestra condición de mujer.
La gestacion del verdadero cambio social
Ante la aberrante realidad que nos azota a diario con la problemática de los femicidios y la trata de personas, se torna imperante que la colegiación asuma un rol social protagónico, colaborando con los poderes públicos en relación a este flagelo.
Este es el compromiso estatutario que el Colegio debe honrar y no meramente declamar, conforme lo dispone el art. 32 de su Estatuto.
Así, se transforma en una herramienta fundamental el Consultorio Jurídico Gratuito, como nexo entre la institución y la sociedad, difundiendo a través de éste la orientación que debe recibir la mujer víctima de violencia.
La Comisión de la Mujer debe profundizar en el estudio del conflicto y en el pensamiento de soluciones eficientes desde lo jurídico, a través del asesoramiento de ONG vinculadas a la materia, supliendo en parte la falta de recursos económicos para dar soluciones reales.
Podemos ser gestores de un verdadero cambio social, si retomamos el concepto de la trascendencia de la función social de la abogacía. Y este será, sin lugar a dudas, el camino hacia la real igualdad de oportunidades.
Nota
1- Estudios que producen como resultado la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer( 1979)