El encartado está a disposición de la Justicia de Tucumán, pero cumple la pena en Corrientes. Llevaba a su mujer al médico cuando lo sorprendió un control policial. Se alejó de su vivienda por fuerza mayor
El Tribunal Oral Federal de Tucumán dispuso mantener la prisión domiciliaria de Juan Carlos Straatman, un condenado por violación a la ley de estupefacientes que quebrantó el beneficio que se le otorgó el año pasado, por razones de salud.
El encartado fue sorprendido por personal de Seguridad Aeroportuaria a mediados de marzo, mientras realizaba un control de rutina, por la noche, en la intersección de dos rutas de la provincia de Corrientes, donde cumple la pena. En ese contexto, lo detuvo y lo puso a disposición de la Justicia. Ante lo sucedido, el Ministerio Público Fiscal reclamó que se revocara la medida.
En una audiencia a través de videoconferencia, en su defensa, Straatman alegó que salió de su casa para llevar a su esposa, de 82 años, al hospital. Detalló que la mujer sufrió un infarto cerebral, que no estaba bien y necesitaba un control. Además, alegó que él también se sentía mal.
Según expuso, llegó a alejarse cuatro kilómetros de su hogar por “desesperación” y admitió que cometió un error.
En ese sentido, dijo que salió sin dar aviso porque era de noche y que por la hora (casi las dos de la mañana) no pensó en comunicarse con su defensor oficial.
Acompañado
El tribunal tucumano le dio crédito a lo afirmado por el penado. Tomó en cuenta que al momento de su detención se encontraba acompañado por su cónyuge y que se probó que la mujer estaba enferma.
“La ausencia de Straatman en su lugar de arresto domiciliario se debió a una cuestión de fuerza mayor”, enfatizó, concluyendo que en el caso se dieron “circunstancias justificativas” que habilitaron que violentara su obligación de permanecer en la vivienda.
Straatman fue condenado en septiembre de 2018 a la pena de ocho años de prisión, por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El veredicto fue emitido por los jueces federales tucumanos Gabriel Casas, Enrique Jiménez Montilla y Federico Bothamley.
Llegó a juicio luego de que se desbarataran tres organizaciones de narcos que operaban en Tucumán, entre septiembre y noviembre de 2016.
Junto a otras cinco personas, Straatman integraba la “banda de Trayán”, denominada de esa manera por los vínculos políticos de uno de sus miembros, Julio Trayán, quien era puntero en la localidad de Villa Muñecas.
Los otros grupos criminales que cayeron aquel año fueron el de Rogelio “El Gordo” Villalba y el de Luis “El Gordo Vaca” Vega.