ESCUCHARFue detenido por la Policía Caminera en la ruta nacional N° 9. Se ordenó también el decomiso de una camioneta Ford Ranger para destinarla al fondo de asistencia a víctimas de ese tipo de delito
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 condenó a diez años de prisión a un hombre acusado de trata de personas con fines de explotación sexual. La jueza Noel Costa hizo lugar a lo solicitado por el fiscal Carlos Gonella, titular de la Fiscalía General N° 2 ante ese órgano judicial, quien había señalado a Luis Guillermo Tenorio como responsable de haberse aprovechado de la situación de extrema vulnerabilidad de tres menores de edad, a quienes habría captado en distintas localidades del norte argentino y trasladado hasta la localidad bonaerense de Adrogué.
En sintonía con lo requerido por el Ministerio Público Fiscal, la magistrada ordenó además el decomiso de una camioneta Ford Ranger, para que lo recaudado sea destinado al fondo fiduciario público de asistencia directa a víctimas de trata, según la ley 27508.
La causa se originó luego de que Tenorio fue detenido en un control efectuado por la Policía Caminera en la ruta nacional N° 9, en Córdoba. Los agentes detuvieron el auto en el que el imputado se trasladaba junto a una de sus víctimas, a la que presentó como su pareja. Los policías se percataron no sólo de la diferencia de edad entre ambos sino también del origen de cada integrante -Misiones y Buenos Aires- y del nerviosismo de ellos. Después de una serie de medidas investigativas para conocer su situación familiar y social, se descubrió que el acusado vivía en su casa de Buenos Aires junto a tres adolescentes.
Según determinó la Justicia, todos los contactos que Tenorio estableció con sus víctimas ocurrieron en 2011. En todos ellos, conociendo la situación de extrema vulnerabilidad de las menores y sus familias, persuadió a sus padres y madres mediante promesas de pagos, remesas y un futuro mejor para sus hijas, con objeto de obtener su consentimiento para la captación, transporte y acogida de las niñas.
Al momento de ser indagado, el hombre argumentó que vivía de la venta de instrumentos electrónicos a empresas de todo el país y que por ese motivo viajaba con frecuencia a Catamarca y Misiones; que gracias a su trabajo conoció a varias de las familias de las víctimas y les propuso darles una alternativa de vida en Buenos Aires. Argumentó, además, que eran libres de salir y moverse sin restricciones, y que podían hablar por teléfono con sus familias cada vez que querían hacerlo.
Para el fiscal Gonella, las familias de las víctimas confiaron en Tenorio, quien les ofreció trabajo y educación en Buenos Aires para sus hijas, sacando provecho el acusado de las diferencias socioculturales y económicas existentes.
El representante del MPF destacó que el ahora condenado es una persona instruida, con título de ingeniero electrónico, con larga experiencia en su profesión y en los negocios, y vive en la zona de influencia de la ciudad de Buenos Aires, con todo lo que ello implica en términos de acceso a los bienes sociales y culturales, todos elementos que lo ubican en una posición de poder, que se potencia cuando ejerce sus capacidades en realidades como las de las víctimas y sus familias.
Durante una serie de allanamientos en su domicilio personal y en su oficina se hallaron autorizaciones de viaje a nombre de las víctimas, fotocopias de partidas de nacimiento y credenciales de la Anses, documentación escolar de una de ellas, uniformes y prendas de vestir, tests de embarazo y pastillas anticonceptivas. También se secuestraron DVD, minidiscos, pendrives y rollos fotográficos. También se encontró un álbum de fotos con menores de edad desnudas y en ropas íntimas, documentación sobre remesas y encomiendas enviadas por Tenorio a la madre de una las víctimas.
Después de peritar su camioneta, se hallaron también un pendrive y una computadora portátil en las que había fotografías de las víctimas en ropa interior y en situación de desnudez, junto con preservativos, gel íntimo y bebidas alcohólicas.
