Fernando Farré, quien se encuentra cumpliendo la pena de prisión perpetua en una cárcel de Bahía Blanca por el crimen de su esposa, Claudia Schaefer, en 2015, ocurrido en un country de Pilar (Buenos Aires), será trasladado a otro penal.
La medida se concretará porque el penado presentó denuncias por agresiones, extorsión y abuso por parte de otros presos.
La decisión la tomó el juez de feria del Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro, Alejandro Lago, en respuesta a un habeas corpus que presentó la defensa de Farré.
Actualmente, éste está en una celda de aislamiento de la Unidad 4 bahiense y es probable que sea relocalizado en Campana, bajo un régimen de alojamiento idéntico.
En una audiencia virtual, el martes, Farré le dijo al juez que fue atacado a golpes por dos internos, a quienes identificó con nombre y apellido.
Además, explicó que sufrió episodios de abuso sexual y extorsiones por parte de otros internos quienes, según declaró, lo obligaron a pagar cien mil pesos a través de una transferencia bancaria que hizo un familiar suyo, para comprar comida para las fiestas de fin de año.
En tanto, insistió con que las condiciones de su detención están agravadas por las cuestiones de salud que aduce padecer, como arritmia, úlcera sangrante, hernia de esófago, hipertensión arterial y colesterol alto. También alega que tiene problemas psiquiátricos como depresión crónica profunda y trastornos del sueño, y que no se le proporciona medicación.
Por orden de la Justicia, Farré será revisado por médicos a fin de que determinen su estado de salud actual y si presenta lesiones.
El defensor Jorge Césaro dejó de representar a Farré después de una serie de denuncias cruzadas.
El letrado afirma que el femicida evidencia una “gravísima disminución de sus facultades mentales”, que se exterioriza en conductas compulsivas y un discurso delirante, síntomas que definió como “característicos de la psicosis”, que le atribuyó a la “alienación mental” de quien fue su representado.
Por su parte, Farré alega que el profesional lo amenazó, calumnió e injurió y que no cumplió sus funciones.
Schaefer, de 44 años, fue asesinada el 21 de agosto de 2015 cuando fue junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio que conformaba con Farré alquilaba en el country Martindale de Pilar, para retirar sus pertenencias.
El encuentro se concretó en el marco de una separación problemática, que incluyó una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la exclusión de hogar del hombre del domicilio que la pareja compartía en el barrio porteño de Recoleta.
Cuando Schaefer fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos que previamente había sacado de la cocina. Según la autopsia, le causó un total de 74 lesiones, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y la degolló.