Tal como lo había anticipado su ministro de Justicia, Germán Garavano, el presidente Macri anunció ayer que enviará en las próximas semanas una serie de proyectos que buscará transformar el Poder Judicial, e hizo referencia a los temas judiciales más candentes.
En ese sentido, adelantó que el Congreso deberá tratar “con la velocidad que requieren” los proyectos de “reforma del Código Procesal Penal, la Ley del Arrepentido y el decomiso de bienes provenientes del crimen organizado”.
La conformación de la Corte Suprema, una de las primeras medidas del gobierno de Macri, no fue un tema eludido. Ante la presencia de los tres miembros del Alto Tribunal -Ricardo Lorzenetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda-, el Presidente pidió al Congreso “avanzar” en la designación de los jueces para “normalizar lo antes posible su funcionamiento”. De esta manera, el mandatario pidió el rápido tratamiento de los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
La corrupción fue otro tema central del discurso. El jefe de Estado indicó que ésta “mata como las tragedias de Cromañón, la de Once y las rutas de la muerte”. En esa línea, anunció que su gestión le dará mayor operatividad a la Oficina de Anticorrupción que, según denunció, fue “desmantelada” por el gobierno anterior.
Párrafo aparte mereció el combate contra el narcotráfico. “Tenemos que cambiar la tendencia en la lucha contra el narcotráfico. Para eso necesitamos muchos cambios legislativos que espero que el Congreso trate con la velocidad que requieren”.
“Hoy Argentina es próspera para los narcotraficantes (…). Nuestro objetivo es derrotar el narcotráfico. Tenemos que luchar juntos”, afirmó.
En otro tramo de su alocución, el Presidente se refirió a la necesidad de fortalecer la independencia de la Justicia y mejorar su funcionamiento.
“Hace falta regular la subrogancia de jueces, reformar el Consejo de la Magistratura de la Nación y reformar la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal”, dijo Macri.
Cambios
Dentro de las iniciativas más importantes, el Ejecutivo impulsará una reforma del Consejo de la Magistratura para dotarlo de una “composición equilibrada y funcionamiento eficiente”.
Así, se impulsará una nueva integración del cuerpo: cuatro magistrados, cuatro representantes del Poder Legislativo, cuatro abogados, un representante del ámbito académico y uno del Poder Ejecutivo. Además, se propondrá que los consejeros tengan dedicación de tiempo completo dentro del cuerpo. Sobre este punto, se planea reformar la
Comisión de Disciplina y sus reglamentos para agilizar el tratamiento de los expedientes.
Reducir la gran cantidad de jueces subrogantes en el Poder Judicial es otro de los desafíos centrales que afrontará este Gobierno. Según datos oficiales, en la actualidad hay casi 25% de magistrados federales y nacionales subrogando.
El Gobierno también se encuentra trabajando en una reforma penal para combatir el crimen. Se propondrá la creación de un equipo de magistrados para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, junto a la transferencia del fuero nacional penal a la ciudad de Buenos Aires.
En esa línea, se impulsará la implementación del sistema acusatorio y la instauración del juicio por jurados en las justicias federal y provinciales.