En el mundo, 23 países siguen discriminando a los enfermos de lepra, una práctica que se sustenta en 130 normas que violentan derechos fundamentales.
La Federación Internacional de Asociaciones de Lucha contra la Lepra (ILEP), que nuclea a 14 organizaciones independientes, publicó el primer índice de leyes discriminatorias en 2018. Muchas datan de la época colonial, cuando no existía cura y el aislamiento de las personas afectadas (y estigmatizadas) se consideraba la forma más adecuada de detener la propagación.
La mayoría “separa” del resto de la sociedad a quienes padecen o han padecido la enfermedad. Otras se relacionan con el empleo, el acceso a un país, el matrimonio, el divorcio y el voto.
La Federación Internacional de Asociaciones de Lucha contra la Lepra (ILEP), que nuclea a 14 organizaciones independientes, publicó el primer índice de leyes discriminatorias en 2018. Muchas datan de la época colonial, cuando no existía cura, y el aislamiento de las personas afectadas (y estigmatizadas) se consideraba la forma más adecuada de detener la propagación.
Las legislaciones que siguen vigentes suponen verdaderos compendios de restricciones para los pacientes.
Como ejemplos pueden citarse la Ley de Leprosos, de Bahamas, de 1928, que les prohíbe ejercer ciertos oficios, como peluquería, sastrería o panadería, y contempla castigos para quien ayude a un enfermo a escapar de un centro de tratamiento.
Bacilo de Hansen
- En el mundo se diagnostican cada año unos 200 mil nuevos casos de lepra, una enfermedad de la que hay literatura desde tiempos bíblicos.
- En 2019 fueron 202.066, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- El también llamado bacilo de Hansen afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.
- La lepra es curable pero -si no se trata- puede derivar en graves incapacidades y, finalmente, en la muerte.
En Malí y en Singapur, en tanto, dos leyes permiten que los pacientes sean detenidos e ingresados en centros de tratamiento contra su voluntad.
En Malasia, Dominica y Papúa Nueva Guinea se exige notificación obligatoria y aislamiento de los contagiados.
En Estados Unidos, Emiratos Árabes, Tailandia, Filipinas, Taiwán y Namibia no se conceden visas de entrada al país a personas con lepra.
Las relativas al matrimonio y al divorcio establecen que la lepra es una causa de separación o de repudio. Se concentran en Nepal e India, aunque en periodo de revisión, y en Pakistán, donde el divorcio está prohibido para las mujeres excepto cuando el marido “haya estado loco durante un período de dos años o padezca lepra o una enfermedad venérea virulenta”; ello, según la Ley de Disolución del Matrimonio Musulmán, de 1939.
Las mandas relacionadas con el derecho al voto que todavía rigen son seis y se promulgaron en India, en las décadas de los años 40, 50 y 60. Todas prohíben que las personas con lepra se presenten como candidatos en elecciones o permanezcan en su cargo si se les diagnostica la enfermedad.