ESCUCHARLa Justicia de Salta ordenó a la automotriz Fiat y a una concesionaria reemplazar el vehículo defectuoso y les impuso una multa por daño punitivo de $5 millones. Recientemente, los tribunales cordobeses habían emitido una sentencia similar
Las denuncias por los desperfectos en las camionetas Fiat Toro diésel caja manual siguen siendo noticia en los tribunales de todo el país, los cuales, amparados en la Ley de Defensa del Consumidor (LDC), multiplican las condenas contra la fabricante.
Este mes se conocieron dos fallos que imponen fuertes multas a la empresa Fiat (FCA Automóviles Argentina SA) en concepto de daños moral y punitivo, en favor de los consumidores que adquirieron esas camionetas 0 km y, al poco tiempo, sufrieron serios desperfectos mecánicos.
Una de las resoluciones ocurrió en la Justicia cordobesa y la otra en la de Salta. En este último caso, el monto a pagar al demandante alcanzó $5.000.000, cifra que duplica lo impuesto recientemente en la Justicia local.
Según se desprende de la resolución de los tribunales salteños, el demandante había adquirido la camioneta 4×2 (tracción simple), caja manual, modelo Toro, mediante el sistema de plan de ahorro. Al ingresar el vehículo al service de los 2.000 kilómetros se encendieron las luces testigos de avería de motor, ante lo cual la concesionaria hizo los controles y le añadió un aditivo al combustible.
Luego, al encenderse otra vez el testigo de aceite, le dijo al cliente que el cambio de ese producto debía hacerse a los 10.000 kilómetros y le recomendaron que leyera lo relacionado con el DPF (filtro de partículas) en el manual de usuario. Después de nueve ingresos –por las mismas fallas- realizó el reclamo ante la Secretaría de Defensa del Consumidor. En total, el vehículo ingresó trece veces al service.
En primera instancia, el juez en lo Civil y Comercial de Primera Nominación de esa Provincia, Tomás Méndez Curutchet, condenó solidariamente a la concesionaria y a la administradora del plan de ahorro a entregar un vehículo 0 km igual al adquirido.
También ordenó abonar al cliente $200.000 en concepto de daño moral y $5.000.000 por daño punitivo.
Para el magistrado, “ni la concesionaria ni la automotriz procedieron según lo establecido en la norma que las rige e, incluso, pretendieron endilgar al propietario la responsabilidad porque no debía realizar un uso exclusivamente urbano o de trayectos cortos porque eso impide el funcionamiento del sistema DPF y afecta la camioneta”.
“Estimo que esta condición de uso debería haber sido informada al actor al momento de realizar la compra, ya que podría haberlo persuadido de no hacerlo”, advirtió el fallo.
El juez consideró que quedó “debidamente acreditado que la camioneta del actor no es apta para la finalidad para la cual fue adquirida» y que «cualquier persona que adquiere un vehículo 0 km tiene la expectativa que, al tratarse de un auto nuevo será de calidad y, por lo tanto, lo utilizará sin inconvenientes y sin los contratiempos de los autos usados”.
Y añadió: “Sabe que deberá hacerle los services cada 10.000 km y mantenerlo adecuadamente pero aspira a no tener que dedicarle mayores cuidados”. Tampoco se le informó al comprador del rodado la necesidad de utilizar el rodado en forma extraurbana, con un combustible y aceite especial y más caro, planteó el fallo.
«Cuando una persona compra un vehículo 0 km -además de beneficiarse por el uso que un auto nuevo otorga-, realiza una inversión y espera poder venderlo más adelante al valor que una camioneta de la calidad adquirida tiene en el mercado. Sin embargo, el hecho de que tuviera defectos de fábrica que no pudieron ser reparados y que por ello dejó de fabricarse y fue retirada del mercado, indica que no sería posible recuperar lo invertido; lo que indudablemente ha de haberle causado un gran malestar”, concluyó el magistrado.
Antecedentes
En la misma sintonía, el juez de 41ª Nominación en lo Civil y Comercial de Córdoba, Roberto Cornet, condenó a Fiat y a la concesionaria Turin a recomprar a un consumidor la camioneta Fiat Toro Freedom caja manual que presentó problemas mecánicos por su filtro de partículas a lo largo de su uso, así como al pago del daño moral ocasionado.
Además, ordenó a Fiat que le pagara al dueño de la camioneta 38.900 pesos, y por daño punitivo 2,5 millones de pesos; todo, más los intereses que correspondieran.
