Nada nuevo: Roger Waters volvió atacar a Israel y alimentó el nutrido archivo sobre su antisemitismo.
A esta altura, además de por su obra, el ex Pink Floyd es famoso por propalar su ideario anti Israel cada vez que tiene una chance; eso sí, desde mansiones amuralladas y distantes de las zonas donde se desarrollan las tragedias y conflictos sobre los que espeta comentarios que rozan el delirio.
Cabe recordar que en 2021, durante las protestas en EEUU por el crimen de George Floyd a manos de la policía de Minnesota (EEUU), el músico vinculó a Israel con el incidente. “Se trata de una técnica israelí, enseñada a las fuerzas policiales militarizadas de Estados Unidos por expertos israelíes, a quienes los estadounidenses han estado enviando en avión a Estados Unidos para enseñarles cómo asesinar a los negros porque han visto lo eficientes que han sido los israelíes asesinando a palestinos en los territorios ocupados utilizando esas técnicas”, elucubró.
Rusia
En septiembre de 2022, dos conciertos de Waters programados para abril de este año en Cracovia (Polonia) fueron cancelados. La medida se tomó luego de que, entre otras cosas, estampara su firma en una carta abierta a la esposa del presidente de Ucrania, Olena Zelenska, en la que definió como “trágico error” el suministro de armas a Kiev.
Los promotores polacos de la medida expresaron su indignación con su postura y recordaron los crímenes de guerra cometidos por soldados rusos.
“Mensaje de amor”
Waters, siempre dispuesto a declamar pero incapaz de moderarse o de pedir disculpas, afirmó en una publicación de Facebook que la iniciativa se debía a sus esfuerzos “para animar a todos los implicados en la desastrosa guerra de Ucrania, especialmente los gobiernos de Estados Unidos y de Rusia, para buscar una paz negociada”. También acusó a Volodimir Zelensky, presidente ucraniano, de estar influenciado por “extremistas nacionalistas”.
Agregó que estaba triste porque quería compartir su “mensaje de amor” con los polacos. Además, dijo ser víctima de “censura draconiana”, pese a que en reiteradas ocasiones alentó a motorizar un “boicot cultural” contra Israel y en 2014 fustigó a los Rolling Stones por actuar en el país.
En marzo pasado, en Alemania, un show que Waters iba a dar en mayo se suspendió. Como parte de su gira This is not a drill, tenía planeado actuar en Frankfurt, en donde, en 1938, más de tres mil judíos fueron rodeados y golpeadospor los nazis y, posteriormente, enviados a campos de concentración.
El artista dijo que Israel estaba cometiendo “un genocidio en Palestina”. Ante ello, las autoridades del estado de Hesse no vieron con buenos ojos que actuara. Entendieron que el hombre ejemplifica el “antisemitismo agresivo relacionado con Israel” y, por lo tanto, se negaron a darle una plataforma artística.
Polly Samson, la esposa de su ex compañero de banda, David Gilmour, respaldó el criterio de las autoridades y aprovechó la ocasión para reprobar el apoyo del británico a Vladimir Putin. “Lamentablemente, Waters, eres antisemita hasta tu núcleo podrido. También un apologista de Putin y un mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, sincronizador de labios, misógino, enfermo de envidia, megalómano. Basta de tonterías”, escribió la mujer.
En su última gira, Waters aceleró: en Berlín, se mostró sobre el escenario con indumentaria similar a la de las SS y usó la imagen de Ana Frank.
Documental
Días antes de la brutal irrupción de terroristas del grupo palestino Hamas en territorio israelí se difundió un documental que recopila sus gestos y comentarios contrarios a los judíos a lo largo de su vida.
El lado oscuro de Roger Waters fue dirigido por John Ware, un ex periodista de investigación de la BBC, y producido por la organización Campaign against antisemitsm.
Recopila declaraciones de ex colaboradores de Waters ofendidos por sus dichos y acciones. Uno de ellos es Norbert Statchel, un saxofonista judío.
Statchel narra que cuando le contó a Waters que su abuela fue asesinada en el Holocausto, acto seguido comenzó a parodiar físicamente a alguien que, en su visión, era una campesina polaca judía de los 30. El saxofonista afirma que le dijo: “¡Ahora conociste a tu abuela! ¿Cómo te sentís?”. Asegura que soportó porque quería mantener su trabajo. Sostuvo también que durante una gira por El Líbano, en un restaurante, a Waters le ofrecieron platos vegetarianos y que gritó en frente de todos: ¡Llévense la comida judía!”.
Por su parte, Bob Ezrin, un productor que colaboró con Pink Floyd, aseguró que escuchó a Waters improvisar una canción con una alusión despectiva hacia el agente de la banda, Bryan Morrison, a quien tildó de “maldito judío”.
El documental también revela correos de Waters sugiriéndole a su equipo presentar un cerdo inflable pintado con el mensaje “sucio kike”, un terminó despectivo para la comunidad judía estadounidense. Plantea también que consideró “bombardear” al público con confeti en forma de estrellas de David, signos de dólares y esvásticas.
“Historias”
Tras la masacre del 7 de octubre, Waters declaró que Israel “inventa historias” sobre lo ocurrido y, cuándo no, acudió a teorías conspirativas. “Hay algo muy sospechoso”, aseveró.
Entrevistado por el abogado y periodista Glenn Greenwald, consultado sobre si puede justificarse la salvaje matanza de civiles perpetrada por Hamas, puso en duda la autoría del grupo terrorista; es decir, evitó reconocer la evidencia de los sucesos y, con ello, que miles de inocentes fueron masacrados por terroristas.
No se privó de nada: aventuró que “nunca se sabrá la verdad” y que “ellos”, por los israelíes, “lo llaman su 9/11”. A continuación, disparó: ¿Qué demonios pasó en el 9/11 norteamericano?
Hoteles
El artista tiene previsto presentarse el 21 y 22 de este mes en el estadio de River Plate, en Buenos Aires. Quería alojarse en el Faena Hotel, pero el establecimiento se negó a recibirlo. El Alvear Palace Hotel, su alternativa, también lo rechazó. Luego, en Montevideo, el Hyatt Centric y la cadena Regency declinaron admitirlo.
Según el británico -ferviente defensor del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que busca desfondear a Israel- todo se debe al “loby” del país de Medio Oriente.
Fiscalía Antidiscriminatoria
Hace horas, la Fiscalía Antidiscriminatoria porteña, a cargo de Andrea Scanga, inició una investigación preliminar de oficio sobre la inminente puesta en escena de Waters, que contiene parafernalia alusiva a los nazis.
La pesquisa busca esclarecer si puede constituir delitos, según lo establecido en el artículo 3 de la ley 23592, que prevé prisión de un mes a tres años para “los que participaren en una organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma”.
DAIA
Luego de que Waters acusara a Israel de “inventar historias”, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) lo señaló como “propagador de discursos de odio” y manifestó que debería ser detenido y sometido a proceso penal si comete algún delito en la Argentina. Paralelamente, un grupo de diputados opositores repudió su visita al país.
La polémica por la presencia de Waters en territorio argentino se agravó cuando la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo declaró huésped de honor, una decisión repudiada por el Centro Simon Wiesenthal, la organización internacional dedicada a la lucha contra el antisemitismo.
el pueblo palestino es un pueblo semita.
El gobierno de Israel y los mandos de su ejército están perpetrando un genocidio. Que cumplan las resoluciones de la ONU. Que cumplan los derechos Humanos.
Los posicionamientos ante los hechos consumados de la política israelí, de este artículo es lamentable